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Voto de Lafuente Estefanía:
9
Western Un pistolero llamado Ellison emprende una difícil misión: encontrar a un hombre desaparecido en México, pero allí tropezará con mil y una dificultades. (FILMAFFINITY)
17 de diciembre de 2021
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es lo que tiene el cine de los 50, que de repente te encuentras con perlas como este pistolero fronterizo del prolífico Sherman. Es lo que tiene salir del camino trillado de los clásicos, que algunos permanecen ocultos entre la hojarasca bajo la modesta etiqueta de "artesano" que con superficialidad aplicamos a su director.
Un buen amigo aficionado también al western lo llama siempre "cine de pistoleros". Aquí tiene un buen ejemplo que comienza, cómo no, con un enfrentamiento, "¿Es usted mejor o peor que él? -Me enterrarán igual", y es que "En un duelo nadie gana".
Vestido de negro como exige el tópico, Brad Ellison (Mahoney), "¿Cómo te llamas? -Pistolero", quiere por fin dejar el oficio y "Comprarse un rancho en Oregón", la gran aspiración del gremio. Para ello acepta el encargo de un anciano tullido de buscar a su único hermano del que solo sabe que hace años anda por México. ¿Qué plazo tengo? "De aquí para abajo estoy muerto, solo esto vivo de aquí para arriba", le contesta sentado en la silla de ruedas mientras señala su cintura.
Una vez más el viaje es la esencia de la cinta, la excusa ideal para llevar la cámara a unos paisajes de verdura exuberante, a pequeños pueblos o grandes ranchos coloniales magníficamente captados por el fotógrafo.
El encargo no es fácil. Ya han muerto varios pistoleros que lo aceptaron con anterioridad.
La trama sigue un guion muy original dentro del género que, por momentos, parece auténtico cine negro. El paso por el Hoyo del Diablo, un refugio de bandidos en la frontera que dirige Sam Grypton (Platt), "No hay amigos entre pistoleros", sirve para serias reflexiones profesionales: "Mal año para los pistoleros" cuando evocan las muertes de los colegas, por eso tal vez "El dinero que se gana con un arma hay que gastarlo antes de que te queme".
En todas partes recibe el mismo consejo, que deje de buscar a un muerto y vuelva por donde ha venido. Es también la recomendación de un antiguo conocido, Michael O'Reilly (Green), el viejo patriarca de los Cartwright de la Ponderosa, lo mismo que le aconseja el capataz Miles Lang (Roland). Sin darse cuenta que para un auténtico pistolero ese es el mayor acicate para proseguir su tarea, "Aquí todos se empeñan en decirte cómo debes vivir, cuando lo único importante es cómo seguir vivo".
Excelente guion salpicado de frases rotundas como puñales que se clavan en el oído del espectador. Más peligrosos si cabe son los silencios, "El silencio me atrae más rápido que el arma más ruidosa".
Perfecta ambientación y, sobre todo, personajes de una pieza, sólidos y firmes. No hay fisuras en sus personalidades. Gran interpretación de todos ellos, especialmente de Mahoney y de Roland. Tensión como en el mejor cine negro, acción continua, intriga ... Todos los ingredientes que conforman una obra que ha pasado demasiado desapercibida.
Alusiones a Billy el Niño y a Pat Garrett. Estamos entre pistoleros.
Inquietante la presencia de un bondadoso ermitaño que malvive con los pobres en una cabaña de la sierra, el P. José (Franz), que debe atender una herida de bala incrustada en un costado. "¿Sabe usted algo de medicina? -Como cualquier hombre, sé un poco de muchas cosas". Pese a la enigmática presencia de un cuervo durante la operación, saldrá adelante el paciente, "El dolor es bueno, indica que el cuerpo lucha".
Cinta magnífica muy poco vista y regularmente valorada en nuestra opinión. Muy próxima a la maestría. Nos arriesgamos a invitar a todos los aficionados al western a contemplarla. Sin excepción. Castíguennos si creen que exageramos, pero no dejen de verla. No lo lamentarán.
Lafuente Estefanía
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