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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Drama A finales del siglo XIX, la mansión Amberson es la más fastuosa de Indianápolis. Cuando su dueña, la bellísima Isabel, es humillada públicamente, aunque de forma involuntaria por su pretendiente Eugene Morgan, lo abandona y se casa con el torpe Wilbur Minafer. Su único hijo, el consentido George, crece lleno de arrogancia y prepotencia. Años más tarde, Eugene regresa a la ciudad con su hija Lucy, y George se enamora de ella. (FILMAFFINITY) [+]
7 de mayo de 2024
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Un año después de "Ciudadano", aborda Welles la adaptación de "The magnificent Ambersons" con la que mantiene notables similitudes. No solamente repiten varios actores principales sino que en ambos casos se ocupa de acaudaladas familias, los Kane o los Amberson, que viven en suntuosos palacios-castillo muy por encima del resto de los mortales.
Incluso la enigmática "Rosebud" que pronuncia en su lecho de muerte el magnate de la prensa, tiene su contrapunto con la palabra india "Venduna", "que todo lo destruye", con la que Eugene (Cotten) y Lucy (Baxter) Morgan aluden seguramente a George (Holt), el joven vástago malcriado y gilipollas de los Amberson.
Gran película que también refleja el fin de una época, los estertores de una clase social que vive secuestrada por sus tradiciones en palacios barrocos que al final resultan cárceles agobiantes.
Poderosa puesta en escena con magníficos y recargados decorados, carruajes, vestuario ... Curiosa introducción explicativa de este último. Como curiosos resultan los créditos presentados oralmente por el propio Welles a la conclusión.
Buen guion pero mal ensamblado por el "des-montaje" final, que muestra unos personajes sólidos y firmes salvando el estrambótico desenlace.
Maravillosa fotografía con una iluminación original que presenta planos e imágenes de lo mejor que se ha visto en el cine.
El abuso de la podadera en una de las mejores escenas de la cinta, la ruptura entre Lucy y George, nos deja sin conocer lo que expresa la airada reacción del farmacéutico que atiende a la joven cuando le pide unas gotas de licor de amoniaco en un vaso de agua.
No se la pierdan. Pese a todo estamos muy cerca de una obra maestra.
Lafuente Estefanía
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