Pues eso, se trata de una inusual historia de amor tratada con belleza y puesta a punto sobre los años 80.
Dos hombres inicialmente heterosexuales descubren a lo largo de un corto verano que sus inclinaciones no son tan claras como ellos pensaban. En el film podemos ver las dificultades que entraña esta relación, como intentan ocultarla ante los demás, su necesidad de estar juntos y como son sus vidas el uno sin el otro.
Es un drama en toda regla y se hace lenta por veces, pero esto ya lo podíamos esperar si atendemos a su director, que con unos toques contados de humor pone solución a esto de vez en cuando, pero no llega, y llegando al final se nos queda un triste sabor de boca que nos obliga a pensar y recapacitar sobre lo visto y sobre esta otra manera de amar que ahora está tan de moda.
Bonita, preciosos paisajes, y actuaciones creíbles. No está mal.