Cualquiera diría que Luc Besson y Mcg habían nacido para currar juntos. "3 Días para matar" es una de acción made in Besson que le termina encajando como anillo al dedo a la faceta cómico-festiva de McG. Siendo tremendamente honesto diré que este último trabajo del realizador de Michigan no me ha resultado tan placentero como si me resultó su anterior film, "Esto es la guerra" (2012), ni tampoco me ha resultado tan efectivo como lo mejor de Luc Besson en su faceta de productor/guionista, pero aun así puede resultar una película aprovechable.
En "3 Días para matar" nos encontramos a un Kevin Costner interpretando al clásico agente de la CIA que acepta a regañadientes una última misión, acabar con un esquivo maleante de la Europa del este, a condición de recibir una cura experimental contra la enfermedad mortal que padece. Todo esto mientras intenta rehacer su relación con una hija adolescente a la que apenas conoce. McG afronta todo lo anterior desde su feriado punto de vista, pero para mi gusto no le sale tan gozoso y placentero como si le salió en el anterior film que antes citaba; seguramente la diferencia radique en que, mientras que en "Esto es la guerra" afrontaba un triangulo amoroso que se prestaba a las mil maravillas al cinismo y a la mala leche, en "3 Días para matar" tiene ante si la clásica relación paterno filial que no se entrega tan fácilmente a esas características. Lo que deriva en que la supuesta diversión que debería ser la cinta no termine siendo tal diversión. A ello tampoco le beneficia el hecho de que la vertiente acción de "3 Días para matar" sea bastante simplista y del montón, toda esa parte se muestra ligeramente descuidada por los guionistas, suceden la cosas un poco porque si, careciendo de linealidad. Al hilo de esto último me ha surgido una duda razonable, ¿no os parece que, a nivel argumental, "3 Días para matar" es una especie de versión de la trama de "Transporter 2" (Louis Leterrier, 2005), también producción de Lucc Besson?... En fin, igual solo son cosas mías, pero yo ahí lo dejo.
Una de las cosas que más me han llamado la atención de "3 Días para matar" es el autohomenaje que se hace a si mismo Kevin Costner. El momento rescate a su hija en brazos irremediablemente te trae a la cabeza la icónica escena de "El guardaespaldas" (Mick Jackson, 1992). Yo imagino que dicha escena fruto de la casualidad no será.
En resumidas cuentas, "3 Días para matar" da para pasar el rato, pero tengo la sensación de que podría haber dado para mucho más.