"El último exorcismo" (Daniel Stamm, 2011) definitivamente que no fue ninguna obra maestra del cine de terror, ni siquiera me resulto excesivamente original; pero una cosa he de admitir, tenía sus señas de identidad que la hicieron, como poco, diferente al resto, y ligeramente especial. Ahora llega "El último exorcismo, parte II", película que pierde esas pocas señas de identidad que hicieron diferente a su predecesora, convirtiendo este film en un producto tremendamente olvidable e innecesario. Una cinta hecha con la única finalidad de recaudar pasta gansa, con la salvedad de que el público no es tonto y se ha dado cuenta del engaño, dándole la consabida espalda a la cinta.
Queda en evidencia que los artífices de "El último exorcismo, parte II", sobretodo me refiero a director y guionistas, hacen cine de terror sin amar el género. La película es más insípida que el pan sin sal, casi puedo decir que por las venas del film no corre sangre sino horchata. Los únicos minutos de metraje en los que hay verdadera tensión es en los precedentes al título del film, todo lo demás son: sustos que no asustan, terror que no es terror, y una total carencia de ritmo. Es que la película por no tener no tiene ni momentos potentes, y eso que su protagonista Ashley Bell da bastante miedo.
En resumidas cuentas, "El último exorcismo, parte II" es una película desesperante para los que respetamos y amamos el terror. Definitivamente las cintas de exorcismos han descendido a limites insospechados. ¿Será que hemos agotado el género?...