Mike Flanagan obra en “El juego de Gerald” una fiel y fidedigna adaptación en cuerpo de la novela de Stephen King de 1992, aunque no por desgracia en espíritu. Es tan fiel y fidedigna de hecho que la cinta incluso es capaz de conservar en perfecto estado de conservación los defectos de la obra, véase por ejemplo todo el epílogo.
Yo soy un gran amante tanto del libro en particular como de Stephen King en general, y como tal he de admitir que esta película de Mike Flanagan no ha sido capaz de transmitirme las magníficas sensaciones que si me transmitió la novela, lo siento. He visto la cinta sin inmutarme. “El juego de Gerald” sienta bien las bases, con una propuesta eminentemente teatral que, para mi asombro, en ningún momento lo resulta; defecto que casi siempre suelo encontrarme en este tipo de propuestas. Pero al final Flanagan nos sumerge con tanta corrección como poca pasión en ese juego psicológico que se genera fruto de combatir contra ti mismo y tus muchos fantasmas, pero lo hace sin terminar de transmitir lo que debería transmitir la propuesta. En “El juego de Gerald” yo no he sentido miedo, no he sentido tensión, no he sentido sufrimiento… En fin, son cosas innatas en el germen de la idea literaria que no he terminado de encontrar en esta versión cinematográfica. Esta sensación, no se si es fruto de conocer ya la historia al haber leído el libro, o es fruto de que realmente esos elementos no están en la cinta todo lo que gustaría, pero el asunto me ha sacado bastante del film.
Por contra en la forma si que he de admitir que Mike Flanagan conserva bastante bien el espíritu del juego psicológico, representado en esa lucha entre Jessie y sus muchos fantasmas, tanto pasados como presentes. Flanagan usa bastante el personaje de Gerald, cosa que King no hizo en la novela, y honestamente me parece un acierto. También hay que decir que Carla Gugino se entrega muy bien al juego con una gran interpretación.
Escénicamente hay un buen trabajo en “El juego de Gerald”, aunque narrativamente el cineasta de Salem evita bastante que el espectador entre en ese juego de supervivencia fruto de darle las soluciones a muchos enigmas de los que se encuentra el personaje de Jessie demasiado pronto.
En resumidas cuentas, “El juego de Gerald” me ha dejado bastante tibio. Bastante bien en la forma pero no tan bien en el fondo, cosa que para mi gusto le termina lastrando.