Lo voy a admitir sin tapujos. “Felíz día de tu muerte” es mi guilty pleasure de este 2017 que estamos a punto de cerrar. Aunque en lo más profundo de mi se, a ciencia cierta, que con el debido reposo la película será mucho más que un simple guilty pleasure.
BlumHouse nos está entregando bastantes trabajos reseñables durante estos años, las cosas como son. Y esta última producción de la factoría de Jason Blum apuesta todas sus cartas a ser algo diferente dentro del maltratado slasher, y la verdad es que lo consigue. "Felíz día de tu muerte" es como si cogieramos al Michael Myers de "La noche de Halloween" (John Carpenter, 1978) para ponerlo de cabeza en el bucle infinito del Bill Murray de "Atrapado en el tiempo" (Harold Ramis, 1993). Una cucada, vamos.
Siendo completamente honesto, y en honor a la verdad, es cierto que la cinta de Christopher Landon no ofrece algo completamente fresco. Las bases del film quedan patentes en todo momento, y no son precisamente nuevas. Pero es de agradecer que al menos el producto nos ofrezca algo, no ya fresco, pero si vivo.
“Felíz día de tu muerte” es una sana, modesta y desprejuiciada vuelta de tuerca al subgénero slasher. Una universitaria, la sorprendente y efectiva Jessica Rothe, muere el día de su cumpleaños. Pero tras su asesinato se dedica a revivir una y otra vez esas infaustas últimas veinticuatro horas, mientras intenta descubrir el rostro de su enmascarado asesino. De ahí en adelante el guionista, Scott Lobdell, planta un tapete en el que va colocando sus figuras como si de un «Cluedo» gamberro se tratara, intentando que el espectador desenmascare al culpable mientras sufre y se divierte.
En base a ello “Felíz día de tu muerte” resulta una película muy disfrutable y entretenida durante sus noventa minutos, y con cabeza. Modestamente he de admitir que el film es de esos que desarma tus posibles prejuicios sin que te enteres, te va ganando poco a poco. Y además, hay que sumarle ese mensaje bienintencionado que pulula por la obra. Una moraleja quizás demasiado maniquea e innecesaria, pero bueno, ahí queda.
Antes comparaba “Felíz día de tu muerte” con un conocido juego de mesa, y es ahí donde radica mi mayor punto de discusión respecto a la película. Hay algo en el desenlace de la cinta que no me he terminado de creer, que me ha resultado forzado. Las motivaciones del asesino son poco creíbles. Creo que podía haber habido más esmero en ello, dentro de una película que, paradójicamente, desprende esmero.
En definitiva, “Felíz día de tu muerte” es una experiencia tremendamente satisfactoria e inesperada.