Para ser totalmente sincero, era bastante el temor que le tenía al último trabajo de Michael Bay. Las únicas veces en las que el realizador se había acercado a la comedia, en la saga "Dos policias rebeldes", el resultado no me había gustado en absoluto. De hecho, son los dos films que más aborrezco de la filmografía de Bay. Pues he de admitir que después de ver "Dolor y dinero" no solo mi temor se ha disipado, sino que estoy deseando que Bay siga inmerso en esta variante de la comedia.
"Dolor y dinero" es el tipo de historia que le va como anillo al dedo, ha podido hacer lo que le ha dado la gana y eso se nota en el genial resultado final. Michael Bay encuentra el tono perfecto a media camino entre la comedia negra y la cinta de acción, todo al servicio de unos personajes que caminan con pasmosa facilidad en la línea que separa la caricatura del retrato verídico. De hecho, solo cuando te recuerdan que está basado en hechos reales es cuando caes en la cuenta de que es una historia real. La cinta es entretenida y se ve con facilidad, aunque es cierto que el ritmo no siempre se mantiene al mismo nivel, quizás le habría beneficiado ser algo más corta.
Muchos son los realizadores que han intentado mostrar el sueño americano, pero la visión que enseña Michael Bay del tema es una de las más estimulantes. "Dolor y dinero" es descarada y desasosegante, esa película que hará que todos los detractores del director se arrodillen ante él pidiéndole disculpas. Lo unico que espero a partir de ahora es que alterne más a menudo blockbusters con cintas como "Dolor y dinero".