Esta cinta animada no goza del reconocimiento que han tenido otras películas de Disney debido a que rompe con la línea clásica ya que se centra en la amistad y no tanto en el amor. Los protagonistas son dos personas que sufren la discriminación por su apariencia y raza respectivamente dentro de una sociedad arrogante y sin empatía alguna. Sus vidas se cruzan y tendrán que enfrentarse juntos a esos problemas. En cuanto al "malo" de la historia es cruel a más no poder, como no podía ser de otra manera. Pero no tiene el gancho de otros anteriores como Jafar, Scar, Úrsula... ni tampoco cuenta con un esbirro que lo complemente.

El mensaje que transmite la película en esta ocasión es diferente a pesar de que tal novedad parece no haber enganchado lo suficiente. Y es que era arriesgado cambiar la dinámica de princesas y héroes. Además, los escenarios se limitan considerablemente. Por un lado, la Catedral y por otro la ciudad de París cuya actividad se centra en una gran plaza. Pero ello no quiere decir que se disfrute de ver una historia alejada un poco de los clichés típicos.