Bajo este infame subterfugio linguístico, el mundo occidental y sus organizaciones, en teoría garantes de la paz mundial, abandonaron a su suerte a miles de tutsis ruandeses, y miraban hacia otro lado mientras estos eran exterminados.
Conmovedora, dramática y extremecedora película, que al igual que "disparando a perros" nos muestra un fiel reflejo de las atrocidades cometidas en Ruanda en 1994.
El film demuestra todo lo despreciables, ruínes, hipócritas y mezquinos que son nuestros gobiernos, tan asesinos por encubridores, quizá más, que los propios ejecutores de las masacres, cuando en los paises que intervienen no hay pastel que repartirse.
Cinta que debería ser de obligatorio visionado. La actuación de Don Cheadle, de oscar.