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Voto de pau:
9
24 de julio de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El vagabundo en la gran ciudad. El capítulo previo a "Tiempos modernos" ya que en "Luces..." ya se configura un poco el perfil de las nuevas y últimas aventuras de Charlot, quien acaba perdiéndose en la gran ciudad, no en el Klondike ni en un circo, como sus dos largometrajes previos.
El vagabundo adquiría también una dimensión más filosófica y se convertía en una metáfora del hombre humilde que vive en una sociedad caprichosa y materialista.
En "Luces de la ciudad" toda la filosofía de la película está recogida en la aparición del vagabundo, que está durmiendo en el regazo de una estatua, justo cuando los capitostes de la ciudad se disponen a inaugurarla.
La rebeldía de Chaplin, también queda patente por el hecho de renunciar al sonido en una época en la que ya no quedaba nadie que no hubiese pasado al cine sonoro, salvo él, a pesar de usar "tácticamente" el sonido en determinadas escenas, cosa que hizo también cinco años más tarde en la citada "Tiempos modernos", cuando el cine mudo ya era historia.
Por lo demás, no puedo añadir nada que no haya sido reseñado sobradamente en otras crónicas aquí publicadas, salvo quizás mi opinión personal, que como en todo lo de Chaplin es más que buena, de ahí mi 9.
El vagabundo adquiría también una dimensión más filosófica y se convertía en una metáfora del hombre humilde que vive en una sociedad caprichosa y materialista.
En "Luces de la ciudad" toda la filosofía de la película está recogida en la aparición del vagabundo, que está durmiendo en el regazo de una estatua, justo cuando los capitostes de la ciudad se disponen a inaugurarla.
La rebeldía de Chaplin, también queda patente por el hecho de renunciar al sonido en una época en la que ya no quedaba nadie que no hubiese pasado al cine sonoro, salvo él, a pesar de usar "tácticamente" el sonido en determinadas escenas, cosa que hizo también cinco años más tarde en la citada "Tiempos modernos", cuando el cine mudo ya era historia.
Por lo demás, no puedo añadir nada que no haya sido reseñado sobradamente en otras crónicas aquí publicadas, salvo quizás mi opinión personal, que como en todo lo de Chaplin es más que buena, de ahí mi 9.