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Voto de Daverunner:
8
Drama En Baltimore, durante el invierno de 1959, cinco veinteañeros pasan su tiempo en Diner. Allí, se refugian en los buenos momentos que han pasado juntos, tratando de eludir complicadas relaciones sentimentales, problemas de juego y matrimonios difíciles que la madurez les exige afrontar. (FILMAFFINITY)
1 de enero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Barry Levinson, demostró en su debut tras las cámaras poder plasmar sus emociones en la gran pantalla. Para ello se rodeó de un grupo de jóvenes actores -la mayoría dando sus primeros pasos en esto del cine- y juntos, director e intérpretes, realizaron un notable trabajo. Apoyándose, eso si, en un notable guión que consiguió una nominación al Oscar.

En Diner hay mucha nostalgia. De un tiempo pasado en el que las cosas, no siendo fáciles, si eran más sencillas. Esa añoranza del pasado se percibe en el tono general pero también en el particular, en el de los personajes principales. El personaje que interpreta Steve Guttenberg -Eddie- a punto de casarse, con miedo ante la nueva etapa que debe afrontar y recordando e intentando revivir las aventuras pasadas con alguno de sus compañeros de juergas.

O en el comportamiento de Boggie -Mickey Rourke- y Shrevie -Daniel Stern. El primero, asistiendo a la universidad únicamente para ligar con chicas y debiendo dinero a tipos peligrosos a causa del juego; mientras que el segundo, casado con su novia del instituto -Ellen Barkin-, pero anhelando las aventuras y confidencias con sus amigos.

Frente a ellos, el personaje de Billy -Tim Daly-, el único que ha salido de Baltimore y que regresa para asistir a la boda de su amigo Eddie. Un tipo más responsable, asentado y dispuesto a afrontar la obligaciones que puedan aparecer. En ese sentido, se nos muestra el hecho de haber salido de la ciudad que les vio crecer como grupo, como un efecto diferenciador frente a sus amigos.

Y de eso trata la película. De la transición a la vida adulta, de asimilar el cambio y afrontarlo, y no por ello, dejar de disfrutar. No por casarte, tener hijos o echar muchas horas en el trabajo, hay que dejar de tener contacto con tus amigos. Porque con ellos es con quien compartes algunos de los mejores momentos de tu vida.

Diner es un bonito y sincero canto a la amistad, en donde caben momentos cómicos -discusiones sin sentido y sin fin; el momento del cine; en el local de striptease-, y dramáticos. Que esté basada en episodios autobiográficos de su director, hace que sea percibida con mayor veracidad.

La estética de finales de los 50 y la banda sonora con auténticos éxitos de esa época, junto con unos actores que, a pesar de su falta de experiencia están sobresalientes, hacen que este sea un filme para volver a ver con el tiempo. Podría decirse que coge el testigo de American Graffiti y se sitúa como hermana mayor de Beautiful Girls. Estos tres títulos son, en mi opinión, los mejores retratos sobre la amistad grupal que ha hecho la industria de Hollywood.

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Daverunner
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