El escritor Josh Boone, tras el enorme éxito de la adaptación de su libro titulado Bajo la misma estrella, ve como Hollywood vuelve a adaptar otra de sus novelas sobre la adolescencia, está vez Ciudades de papel.

El filme se mueve en un tono narrativo similar a la otra adapatación pero en este caso el conjunto es menos interesante, la trama resulta mucho más inverosímil y llega a la sensiblería insoportable en algunos momentos. Por otro lado, deja esa honesta visión de Boone rompiendo con el cánon de la novela romántica en su último tramo y que le convierten en uno de los autores más leídos por la adolescencia actual.

El jóven Nat Wolff interpreta al clásico chico tímido de instituto que siempre ha estado enamorado de su enigmática vecina, interpretada por la chica de moda, Cara Delevingne. Esta desaparecerá y parece haber dejado pistas para que el jóven vaya en su busca.

Empezando ya desde el punto de partida nos damos cuenta de la poca credibilidad que su entramado construye, empezando por el personaje femenino, misterioso pero no en el buen sentido y siendo poco interesante cuando entra en trama, en esto Delevingne no tiene la culpa realizando un digno trabajo gracias a su fascinante belleza.

Lo mejor sigue siendo la honestidad a esta generación por parte de Boone, formando al final un mejor retrato de la amistad y vida adolescente que el clásico argumento de amor imposible, aportándole esa frescura a un tipo de cine saturado de azúcar los últimos años que se ve reforzado gracias al buen desarrollo y credibilidad de los personajes secundarios.

El Crítico Inquilino (elcriticoinquilino.wordpress.com)