Esta épica película muestra las luchas étnicas, de clases y de ideologías que a fines del siglo diecinueve y principios del siglo veinte sentaron las bases de la ciudad de Nueva York y hasta cierto punto de los Estados Unidos. Por un lado es una denuncia de las miopes actitudes que en aquella época generaban gran injusticia para los inmigrantes, cuyo trabajo y empuje ayudaron a formar la sociedad norteamericana. Por otro lado, es una obvia analogía, mostrándonos que tales actitudes siguen vigentes aún en nuestros días.
"Pandillas de Nueva York" sigue la historia de Amsterdam Vallon (un correcto Di Caprio), un joven inmigrante irlandés cuyo padre fue asesinado por Bill "El Carnicero" Cutting en una pelea callejera. Como la tragedia ocurrió cuando Amsterdam era apenas un infante, fue enviado a un orfanato y años después regresa a Nueva York para vengar la muerte de su padre. Sin embargo, no quiere vengarse en un impulso de ira, prefiere acercarse poco a poco a Bill el Carnicero y hacerse de su confianza.
Con la excepción de Daniel Day-Lewis que hace una interpretación descomunal como Bill el Carnicero, el resto de los personajes se sienten huecos. Sólo están dibujados por sus más burdas características: venganza, pobreza, etnicidad. No hay real-mente personalidades en la cinta, sólo arquetipos.
Ojalá pudiera decir mejores cosas de esta película, pues realmente admiro el trabajo de Martin Scorsese. Me parece que el éxito crítico que esta cinta ha tenido en los Estados Unidos se debe únicamente al respeto que se le tiene a este gran cineasta y no a los méritos propios de "Pandillas de Nueva York".