A ver, las interpretaciones son buenas y convincentes; la producción está cuidada. El problema es que al final de la temporada ya se ve que la serie entra en modo culebrón y el final forzado para vender una temporada más lo hace aún más evidente.

En definitiva, los guionistas no están a la altura de un producto que sólo tiene interés por el buen hacer de los actores y la percepción de una producción seria. Una lástima.