19 de marzo de 2010
18 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1933, la familia Von Essenbeck celebra el cumpleaños del jefe familiar y la velada se interrumpe por el incendio del Reichstag al mismo tiempo que Martin (Helmut Berger) aparece disfrazado de Marlene Dietrich.
Los acontecimientos se precipitan y con ellos la división de la familia al preferir parte de ellos evitar las perversiones del nazismo y la falta de escrúpulos de sus dirigentes.
Luchino Visconti une la gran cultura con la historia a través de la música de Wagner y aunque en su día fue tachado de ambiguo ante el fenómeno nazi, abrió una moda en el cine dando paso a películas como Cabaret (Bob Fosse, 1972) o Portero de noche (Liliana Cavani, 1973).
En definitiva creo que esta película simboliza la absoluta degeneración de una clase social alemana a través del fanatismo más absoluto de aquellos nuevos amos de Alemania.
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