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Voto de MarcoMadrid:
8
7,7
16.117
Drama
“La Gaviota” es un caserón situado en las afueras de una ciudad del norte de España. En ella viven Agustín, médico y zahorí, su mujer, maestra represaliada por el franquismo, y su hija Estrella. La niña, desde su infancia, sospecha que su padre oculta un secreto. (FILMAFFINITY)
13 de noviembre de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sospecho que un director que ha sido capaz de confeccionar una de las películas con mejor crítica de los últimos cuarenta años no dejaría al azar ni un sólo matiz.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El nombre de la película de tinte folclórico donde Agustín retoma contacto con su antigua amante creo que habla, por lo menos a mí me viene a colación, de lo que me ha supuesto esta película. Empezando por las flores, dirijo ahora mi mirada hacia los personajes. Exceptuando la ratificación impenitente, de esa señora tan veraz, vivaz y de raza como es la majestuosa Rafaela Aparicio, el resto del reparto no me ha supuesto el descubrimiento de ninguna actuación memorable, incluyendo en esta clasificación a la magnética y portentosa Icíar Bollaín cuya interpretación roza lo sobreactuado en una constante convivencia con lo previsible y prosaico. Es una de esas películas que sin que la trama y el resultado global se vea trastocado por la interpretación de actores, lo cierto es que sientes que son el asunto más prescindible. Ahí no está el objeto, el interés, mucho menos el motivo.
Estas flores me son indiferentes, sustituibles, permutables por cualquier otra niña, otra esposa, otra joven... Lo que realmente contiene la luz es la sombra. La película contiene una narrativa hipnótica, llena de lirismo, de tacto.
Su fotografía en sintonía con la nostalgia, la incomunicación, el descontento y la soledad tiñe el recorrido por una tierra fría, sórdida y que rezuma pesadumbre. El trasfondo se deja ver con transparencia, y ello más que ser fruto de un adocenado estilo, lo es por el peso y lucidez de la poesía que habita en las imágenes.
El Sur se nos es sugerido como el lugar recóndito e inabarcable en donde la luz derrota al frío y en el que la claridad se eleva ante el humo que sobrevuela los míseros cafés. Realmente el diálogo que mantienen a lo largo del filme Estrella y su padre no es sino la disputa entre las ganas de vivir y la oscuridad, lo silencioso y vacío.
Evidentemente tienes una sensación de que la señora burocracia, o el poderoso caballero han interferido para que no se pudiera terminarlo, sin embargo, el destino de Estrella viajando a su idealizado Sur es fácilmente predecible: uno trae y lleva consigo; ni abandona ni adquiere. El amor o la tristeza no entienden de dóndes sino de porqués.
Estas flores me son indiferentes, sustituibles, permutables por cualquier otra niña, otra esposa, otra joven... Lo que realmente contiene la luz es la sombra. La película contiene una narrativa hipnótica, llena de lirismo, de tacto.
Su fotografía en sintonía con la nostalgia, la incomunicación, el descontento y la soledad tiñe el recorrido por una tierra fría, sórdida y que rezuma pesadumbre. El trasfondo se deja ver con transparencia, y ello más que ser fruto de un adocenado estilo, lo es por el peso y lucidez de la poesía que habita en las imágenes.
El Sur se nos es sugerido como el lugar recóndito e inabarcable en donde la luz derrota al frío y en el que la claridad se eleva ante el humo que sobrevuela los míseros cafés. Realmente el diálogo que mantienen a lo largo del filme Estrella y su padre no es sino la disputa entre las ganas de vivir y la oscuridad, lo silencioso y vacío.
Evidentemente tienes una sensación de que la señora burocracia, o el poderoso caballero han interferido para que no se pudiera terminarlo, sin embargo, el destino de Estrella viajando a su idealizado Sur es fácilmente predecible: uno trae y lleva consigo; ni abandona ni adquiere. El amor o la tristeza no entienden de dóndes sino de porqués.