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Voto de Cinemagavia:
7
Drama Una joven nigeriana busca asilo internacional en Irlanda. Atrapada en el limbo durante años en el sistema de inmigración irlandés, Aisha Osagie desarrolla una amistad con el exprisionero Conor Healy, a quien conoce en uno de los centros de alojamiento. La creciente amistad de Aisha y Conor pronto parece ser efímera, ya que el futuro de Aisha en Irlanda se ve amenazado. (FILMAFFINITY)
27 de junio de 2023
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Personas atrapadas por simplemente buscar una vida

Aisha es una cinta que principalmente muestra personas carentes de certezas, de un plan vital. Ese es el caso de Aisha (Letitia Wright), la protagonista de la cinta que da nombre a la misma. Una joven procedente de Nigeria que cuenta los días para que llegue la crucial entrevista en la que se abordará su solicitud de asilo. En una tensa espera que transcurre para Aisha entre videollamadas con su madre, unas horas de trabajo en una peluquería y una incipiente amistad especial con Conor. El tipo que trabaja como guardia de seguridad en el centro que acoge/retiene a Aisha.

Sin embargo, ninguno de los protagonistas de esta historia son responsables de su aprisionamiento. Es decir, más bien ambos son víctimas de un sistema atroz que deja al margen a aquellos que ve diferentes. Muy especialmente sucede en el caso de Aisha, por supuesto, una chica educada que huye de la violencia. Y que en suelo irlandés se ha dado cuenta que no es más que otro caso burocrático de muchos otros. Un incordio más para un sistema ya saturado que prefiere mirar a otro lado. Tratando a sus solicitantes de asilo como meros sospechosos.

*Sin futuro, sin presente y con una pasado al que mejor olvidar

Una temática difícil y muy actual que Aisha no duda en retratar con un gran realismo, limítrofe con el estilo documental. Dando continuidad, a ese indudable gusto por el cine social y reivindicativo que ya mostró su director en su anterior película. Contando aquí con una materia prima indudablemente poderosa, ya que según cifras de la ONU en 2020 Irlanda contaba con un 17% de población inmigrante. Lo que muestra con claridad la magnitud de lo que su realizador pretende retratar.

Miles y miles de personas que en algún momento pueden haber pasado por situaciones muy similares a las vividas por Aisha. De hecho, la cinta comienza su andadura afirmando que en su realización han colaborado verdaderos solicitantes de asilo de la República de Irlanda. Gente que busca una vida o que directamente pretende escapar a una muerte segura en su país de origen. Un punto de partida que Berry utiliza para ir armando una improbable, pero bonita relación de amistad entre dos personajes aparentemente muy alejados.

Dos jóvenes, Asiha y Conor, que se unen en la dificultad, primero a través de sus respectivos viajes en autobús. Y después, ante la conciencia de una injusticia segura. En una relación muy alejada de los tópicos y poderosamente honesta. Ella, la chica que llegó a estudiar geografía en la universidad de su país. Él, un joven que ha estado en la cárcel y que ahora desea poder entrar en la universidad. Dos personas al borde de mucho, pero que inexplicablemente se entienden. Se escuchan. Comparten silencios e incluso incipientes sonrisas.

*Tacto para poner el objetivo

Porque si por algo destaca Aisha, podría decirse que es por su tacto y sensibilidad. La gran capacidad de su director de tratar con sumo respeto situaciones muy delicadas. Siempre mostrando mucha empatía por sus personajes. Siempre dotando de gran emoción calmada a sus secuencias. Con la conciencia de estar tratando un tema crucial para muchos miles de seres humanos. Y con dos grandes intérpretes delante del objetivo.

Muy redonda resulta la interpretación de Letitia Wright que siempre está en el tono y la emoción precisa. En un personaje muy complejo, por su quietud y su tormento interior, fruto de un pasado traumático. Ella es el alma de la cinta, sin duda. Y a su lado, Josh O'Connor, bien en su personaje, aunque parece estar abonado a interpretar tipos introvertidos, de hombros encogidos y mirada tímida. Todo ello, en una Irlanda alejada de esa imagen de paisajes espectacularmente verdes y sobrecogedores. Aquí todo es más asfixiante, casi enteramente en interiores y espacios reducidos.

*Conclusión

En resumen, Aisha es una bonita y sencilla historia sobre la humanidad que muchas veces se le niega a los inmigrantes. A todas aquellas personas que huyen de sus países de origen, simplemente para buscar una vida en otro lugar. Personas que viven al borde del desbordamiento, sin apenas un hombro en el que resguardarse. Siempre imbuidas por la incertidumbre y el miedo a que algo pueda complicar su solicitud de asilo.

Dirigida con gran respecto y sensibilidad por el realizador dublinés Frank Berry y protagonizada con esmero por Letitia Wright y un siempre taciturno Josh O'Connor, Aisha resulta un acierto. Una pequeña historia, con una relación de amistad incierta, pero inevitable entre una nigeriana solicitante de asilo y un vigilante de seguridad ex convicto.

Escrito por Laura Tabuyo Acosta
Cinemagavia
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