10 años después de su fallecimiento, llega esta película que narra la historia de la amada Whitney Houston desde su ascenso hasta su caída. Al igual que otras películas sobre ídolos musicales como La Bamba, Selena o Elvis, esta película vuelve a despertar la duda de que si ser un artista musical es una bendición o una maldición por los distintos casos que ha habido de artistas famosos que alcanzaron la cima, pero fallecieron en circunstancias inesperadas antes de poder llegar a la tercera edad. Esta película ofrece un recorrido por la vida de Whitney Houston que revela varios detalles para aquellos que no estén muy familiarizados con ella o que solo la hayan conocido por The Bodyguard con Kevin Costner. La película hace bien en querer narrar toda la historia, pero la dificultad es que hay una clara limitación al momento de tratar de narrar todos los acontecimientos. La película es desde luego un resumen de toda la vida de Whitney porque se nota que hay muchas cosas que no se exploraron y quedaron fuera. Eso es comprensible, ya que estamos hablando de una historia que duro alrededor de 16 años y es muy difícil poder contar todo eso en una película de dos horas y media. Posiblemente, tendría que haber sido una película de alrededor cuatro horas para dar más detalles. Aun así, es una película bastante respetable que se esforzó en enfocarse en la vida de Houston desde su perspectiva. Es una película realmente asombrosa por como se produjo y la banda sonora compuesta por las canciones de Houston es algo que también toma gran relevancia en la película. Se puede concluir diciendo que I Wanna Dance With Somebody no es la historia completa que uno esperaría ver, por lo extensa que es la historia real, pero es una asombrosa película que sirve para recordar nuevamente a una de las artistas más populares de la historia. Mi calificación final para esta película es un 9/10.