Si hay algo que tengo que admitir al comenzar mi crítica, es que nunca esperé que me gustara tanto y eso es porque todas estas películas sobre el deporte, a mi parecer, están como muy trilladas y ya casi no se les siente emoción.

He de decir que Moneyball tampoco es algo super original, pero ese enfoque en el dinero, le da un aliento fresco, además que es una película ambiciosa (de ahí el título de mi crítica) e inteligente.

Esa ambición que menciono, demuestra que la película no quería quedarse siendo otra película de deportes, sino que quería llegar más allá de la pantalla. Y señores: ¡Lo ha logrado!

La película me ha emocionado y me ha entretenido, además de que está políticamente bien hecha, las interpretaciones son excelentes y la fotografía es interesante.

En fin, una película que aunque no sea nada del otro mundo, no termina sin haberte dejado una agradable sensación en la boca.