Divertida película hecha de tres historias distintas sacadas de los testimonios reales contados en el longevo programa del mismo nombre. Filme que no esconde sus pocas ambiciones artísticas ni sus muchas ganas de simplemente entretener y conectar con el público. Por cierto que tiene defectos, que derivan de tener tres historias distintas sin mayor conexión entre ellas, y que después de una segmento totalmente humorístico viene uno tremendamente dramático y depresivo –aunque en una versión muy suavizada de cómo era la historia real que la inspira- para finalizar con una que tiene humor pero también momentos dramáticos.

Pero no es tanto su valor artístico o como mera entretención lo que hizo importante esta película, sino el simple hecho de ser tremendamente exitosa y que la gente fuera con ganas a verla al cine, algo que no había ocurrido con una película chilena en treinta años, El Chacotero… demostró que era posible hacer un filme local que llamara la atención del público y lograra conectar con el, que las películas locales, tuvieran pretensiones artísticas o solo buscaran entretener, ya no se exhibirían en salas vacías sin pena ni gloria, ignoradas por el público, que la frase “es chilena” al ser usada para referirse a una película ya no significaría obligatoriamente que fuera mala.