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Voto de Francisco Negrete:
7
2010
Documental, Intervenciones de: Norman Foster
6,4
664
Documental
Narra la trayectoria vital de Norman Foster, uno de los arquitectos más emblemáticos del siglo XXI y su inquebrantable pasión por mejorar la calidad de vida a través del diseño. La película recoge los orígenes de Foster y cómo sus sueños e influencias inspiraron la creación de edificios como el aeropuerto de Pekín (el más grande del mundo), el Reichstag, el edificio Hearst de Nueva York y construcciones como el puente más alto del ... [+]
31 de octubre de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, ¿cómo ir por partes en una película de la que se puede hablar mucho? Difícil. Me limitaré a hacer un pequeño esbozo:
El documental narra la vida y obra (especialmente la obra) de Norman Foster, exitoso y aclamado arquitecto que ha realizado numerosos proyectos (algunos muy ambiciosos) en las ciudades más importantes del mundo.
A nivel visual no tengo absolutamenete nada que objetar, al contrario, es de una belleza colosal. El manejo de la cámara es soberbio y las largas tomas de los edificios y secuencias en movimiento (un maratón de esquí en la nieve, ciclismo, las ciudades en movimiento, etc.) respiran de manera natural y se proyectan el tiempo suficiente para que un ojo profundo se sienta satisfecho. Sí, estamos ante una obra visual brillante.
El problema viene en lo que quiere transmitir el documental. Algunos pensarán que se trata de una egolatrada del Sr. Foster (su esposa produce la peli), y probablemente lo sea porque en esta película Norman Foster no es menos que un santo perfecto que todo lo ve y que todo lo sabe.
Sí, de acuerdo, sus obras son maravillosas, como por ejemplo el aeropuerto de Pekín, que se terminó en tan sólo cuatro años (tengan en cuenta que se trata del aeropuerto más grande del mundo), y destacan la labor de los albañiles chinos que dormían en la instalación e hicieron tres turnos sin descanso hasta su finalización. Luego uno de sus colegas (un multimillonario como Foster) se mofa de que en Occidente jamás habría esa capacidad de organización y determinación.
Mmmm.... ¿Pero creerán estas personas que los albañiles chinos estaban haciendo tres turnos sin descanso y durmiendo en la construcción por puro amor al arte?, ¿no tendrá nada que ver la necesidad? Ay, de verdad, estos multimillonarios viven en otro planeta... Es ahí donde más peca la película, en que la figura de Norman Foster no se enfrenta nunca a ninguna refutación, como si no se le pudieran hacer muchas y bien claras.
El documental narra la vida y obra (especialmente la obra) de Norman Foster, exitoso y aclamado arquitecto que ha realizado numerosos proyectos (algunos muy ambiciosos) en las ciudades más importantes del mundo.
A nivel visual no tengo absolutamenete nada que objetar, al contrario, es de una belleza colosal. El manejo de la cámara es soberbio y las largas tomas de los edificios y secuencias en movimiento (un maratón de esquí en la nieve, ciclismo, las ciudades en movimiento, etc.) respiran de manera natural y se proyectan el tiempo suficiente para que un ojo profundo se sienta satisfecho. Sí, estamos ante una obra visual brillante.
El problema viene en lo que quiere transmitir el documental. Algunos pensarán que se trata de una egolatrada del Sr. Foster (su esposa produce la peli), y probablemente lo sea porque en esta película Norman Foster no es menos que un santo perfecto que todo lo ve y que todo lo sabe.
Sí, de acuerdo, sus obras son maravillosas, como por ejemplo el aeropuerto de Pekín, que se terminó en tan sólo cuatro años (tengan en cuenta que se trata del aeropuerto más grande del mundo), y destacan la labor de los albañiles chinos que dormían en la instalación e hicieron tres turnos sin descanso hasta su finalización. Luego uno de sus colegas (un multimillonario como Foster) se mofa de que en Occidente jamás habría esa capacidad de organización y determinación.
Mmmm.... ¿Pero creerán estas personas que los albañiles chinos estaban haciendo tres turnos sin descanso y durmiendo en la construcción por puro amor al arte?, ¿no tendrá nada que ver la necesidad? Ay, de verdad, estos multimillonarios viven en otro planeta... Es ahí donde más peca la película, en que la figura de Norman Foster no se enfrenta nunca a ninguna refutación, como si no se le pudieran hacer muchas y bien claras.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Y no es que el Sr. Foster sea una mala persona que quiera hacerse millonario a costa de cualquier cosa, no, en realidad es un inglés de esos cultísimos y elegantísimos a los cuales jamás vas a ver con una mancha en la corbata. Lo que pasa es que el Sr. Foster ya no vive en este planeta. De ser un mancuniano de clase media-media pasó a ser el gran prodigio de la arquitectura del S. XX y luego a ser Sir Norman Foster y después Barón Foster de Thames Bank. Osease, de medio pobre a Lord. Este cambio, aunque gradual, debe de dejar a cualquiera viviendo en otro mundo en el que no se entera de absolutamente de nada de la vida real. Y para argumentar esto sirve de ejemplo el final de la película, su proyecto de Masdar City, de Abu Dhabi (Emiratos Árabes). Un proyecto salido directamente de la Ciencia Ficción, una utopía hecha y derecha, una locura sacada del Topus Uranus. Se trata de una ciudad ecológica diseñada y ubicada en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos que estará abastecida por energía solar y su objetivo es no sólo ser sostenible sino autoabastecida. La gran ventaja de este proyecto, de visualización totalmente futurista, es que no habrá en lo absoluto emisiones de CO2, es decir, que el efecto invernadero se estabilizará.
Pues sí, suena muy bonito, pero, (y como diría mi papá), ¿como de cuánto estamos hablando pos pa' hacernos una idea nomás? De 15.000 millones de petro-dólares. ¡Ahhh chingá! ¿E invertir todo eso nada más para que no se emita el CO2? Seguro que habrá muchas personas interesadas, vamos, interesadísimas.
Y encima Mr. Foster se cabrea porque sólo hay, hasta este momento, un sólo proyecto de esta magnitud. ¿Pues crees, Lord Foster, que todos los que cuentan con 15.000 millones de petro-dólares se van a animar a salvar el mundo? ¡Qué más quisiera la Humanidad!
Cambiando de tema, sobre el aspecto creativo se habla muy poco, y esto es una verdadera pena. Porque no nos queda muy claro cómo trabaja el arquitecto ni de qué adquiere inspiración. Se habla muy poco del proceso interior del artista, para decirlo de otra manera.
En general es un trabajo muy serio y muy correcto, muy inglés pues. La música es también otro elemento a destacar, es apropiadísima a las secuencias y de composición exquisita. Y bueno... podría seguir pero ¿para qué? De hecho la cerveza con la que estaba escribiendo esto se me ha acabado, así que iré al frigo por otra y pondré punto final a mi comentario.
Pues sí, suena muy bonito, pero, (y como diría mi papá), ¿como de cuánto estamos hablando pos pa' hacernos una idea nomás? De 15.000 millones de petro-dólares. ¡Ahhh chingá! ¿E invertir todo eso nada más para que no se emita el CO2? Seguro que habrá muchas personas interesadas, vamos, interesadísimas.
Y encima Mr. Foster se cabrea porque sólo hay, hasta este momento, un sólo proyecto de esta magnitud. ¿Pues crees, Lord Foster, que todos los que cuentan con 15.000 millones de petro-dólares se van a animar a salvar el mundo? ¡Qué más quisiera la Humanidad!
Cambiando de tema, sobre el aspecto creativo se habla muy poco, y esto es una verdadera pena. Porque no nos queda muy claro cómo trabaja el arquitecto ni de qué adquiere inspiración. Se habla muy poco del proceso interior del artista, para decirlo de otra manera.
En general es un trabajo muy serio y muy correcto, muy inglés pues. La música es también otro elemento a destacar, es apropiadísima a las secuencias y de composición exquisita. Y bueno... podría seguir pero ¿para qué? De hecho la cerveza con la que estaba escribiendo esto se me ha acabado, así que iré al frigo por otra y pondré punto final a mi comentario.