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Voto de cinexin:
3
5,8
66.466
Comedia. Romance
Vicky (Rebecca Hall) y Cristina (Scarlett Johansson) son dos jóvenes norteamericanas que van a Barcelona a pasar unas vacaciones de verano. Vicky es sensible, racional y tiene intención de casarse; Cristina es apasionada y busca aventuras emocionantes; en realidad, no sabe muy bien lo que quiere, pero sabe perfectamente lo que no quiere. En Barcelona, ambas se ven envueltas en una relación poco convencional con Juan Antonio (Javier ... [+]
29 de setiembre de 2008
15 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película hecha con oficio pero sin brillantez; lo peor del último Allen. Me confieso acérrimo seguidor de su cine, es de los pocos directores que me llevan hasta la sala ineludiblemente, la invasión americana que colma las carteleras es el motivo de mi ausencia ( y motivo de que no pueda hablar apenas de Cine ante tanto fan de Bátmanes y películas de Jim Carrey).
Alguien decidió que Scarlett era un sex symbol, lo mismo que de Pé en su día y de Bardem desde su éxito al otro lado del charco. Por lo tanto, ésta película ya muestra su primera falta: se nutre de actores de éxito, de moda en EEUU, ya tenemos el primer anzuelo.
Alguien decidió que Scarlett era un sex symbol, lo mismo que de Pé en su día y de Bardem desde su éxito al otro lado del charco. Por lo tanto, ésta película ya muestra su primera falta: se nutre de actores de éxito, de moda en EEUU, ya tenemos el primer anzuelo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La imagen de España está llevada hacia el tópico más absoluto: vino, guitarra y pasión española. El personaje del pintor-poeta-aviador-bohemio aunque adinerado etc, es ciencia-ficción en una España deliberadamente hipertrofiada: no éramos "Las Hurdes, tierra sin pan", pero tampoco la utopía que se nos muestra.
La banda sonora, irritante. No es que sea mala, pero la desmesura sobra en ésta película así como el tema principal ( el cantado).
El doblaje es patético. Se hace extraño y resta puntos a unos actores con buenas voces (la mitad del trabajo actoral), un doblaje hecho por los propios protagonistas hubieran sido una manera de ganar en calidad para el público español.
El narrador economiza las secuencias, pues las hace cortas al robar el lenguaje de la imagen y explicar lo que estamos viendo sin dejar espacio para analizar los personajes y las situaciones, y lo peor de éste es que, por lo menos a mí, me recuerda a un anuncio de yogures ( aunque los haya en la película).
El trio sexual parece estudiadísimo para darle ese aire progre y transgresor que no acaba por convencer, muy a lo Best-Seller de turno.
La reflexión sobre el amor, las relaciones, la fugacidad de la vida y el hedonismo como escape, así como muchas otras que son el sello del neoyorquino parece que no acaban de cuajar. Las conversaciones sobre el matrimonio y el amor, interesantes aunque les falta algo.
Sería injusto no reconocer la excelente fotografía, la interpretación de Pé y Bardem a pesar de esas voces tan artificiales, la casa en Barcelona que ya quisiéramos tener más de uno y algunas gracietas que levantan algo el nivel. Los personajes americanos ( que pueden considerarse también esteriotipados) se ajustan mucho a la imagen que algunos tenemos del estadounidense rico y culto, pedante y orgulloso. Es muy interesante éste contrapunto, del mismo modo que nos molesta el retrato irreal de España, es probable que tampoco ellos se consideren así.
El conjunto es irregular, en algunos puntos llega a aburrir (y soy fanático del cine "reposado" pero profundo) y el único consuelo que le queda a uno es ver una película, pese a todo, superior a la media de los Blockbusters de turno, lo cual no es decir mucho.
Demasiadas faltas, y un gran delito: explotar la leyenda de Allen para vender una película que es solo humo, un descenso al los infiernos del cine comercial y vacío.
!Woody, vuelve!
La banda sonora, irritante. No es que sea mala, pero la desmesura sobra en ésta película así como el tema principal ( el cantado).
El doblaje es patético. Se hace extraño y resta puntos a unos actores con buenas voces (la mitad del trabajo actoral), un doblaje hecho por los propios protagonistas hubieran sido una manera de ganar en calidad para el público español.
El narrador economiza las secuencias, pues las hace cortas al robar el lenguaje de la imagen y explicar lo que estamos viendo sin dejar espacio para analizar los personajes y las situaciones, y lo peor de éste es que, por lo menos a mí, me recuerda a un anuncio de yogures ( aunque los haya en la película).
El trio sexual parece estudiadísimo para darle ese aire progre y transgresor que no acaba por convencer, muy a lo Best-Seller de turno.
La reflexión sobre el amor, las relaciones, la fugacidad de la vida y el hedonismo como escape, así como muchas otras que son el sello del neoyorquino parece que no acaban de cuajar. Las conversaciones sobre el matrimonio y el amor, interesantes aunque les falta algo.
Sería injusto no reconocer la excelente fotografía, la interpretación de Pé y Bardem a pesar de esas voces tan artificiales, la casa en Barcelona que ya quisiéramos tener más de uno y algunas gracietas que levantan algo el nivel. Los personajes americanos ( que pueden considerarse también esteriotipados) se ajustan mucho a la imagen que algunos tenemos del estadounidense rico y culto, pedante y orgulloso. Es muy interesante éste contrapunto, del mismo modo que nos molesta el retrato irreal de España, es probable que tampoco ellos se consideren así.
El conjunto es irregular, en algunos puntos llega a aburrir (y soy fanático del cine "reposado" pero profundo) y el único consuelo que le queda a uno es ver una película, pese a todo, superior a la media de los Blockbusters de turno, lo cual no es decir mucho.
Demasiadas faltas, y un gran delito: explotar la leyenda de Allen para vender una película que es solo humo, un descenso al los infiernos del cine comercial y vacío.
!Woody, vuelve!