En violenta síntesis, puedo decir que la palabra previsible encastra perfecta para una crítica sincera. Tal vez me ganó la ansiedad de esperar una gran película, con insignes actores como Robert De Niro, Sigourney Weaver y Cillian Murphy, aunque me he encontrado con más de lo mismo: efectismo, vacío argumental, historia (para los cinéfilos y amantes del terror) descifrable desde el comienzo... en definitiva.... nada nuevo.

Espero no desalentar a nadie pero es de mi opinión que cuando el género necesita un giro de ciento ochenta grados, lo es respecto de evitar apelar a tantos sobresaltos y recurrir a mayor argumentación. Lugar en donde creo ha hecho agua este film. Del que no creo que sea para olvidar, pero que tampoco considero quede entre las películas de colección. Solo una más de susto (no digo terror, dado que ni se acerca).

Lo bueno: Sólida actuación de Robert De Niro. Asimismo me gustó mucho la utilización del color rojo para ambientar momentos y dar una sensación lúgubre al espacio.
Lo malo: El final no convence a nadie, pues resulta previsible. Me pareció forzado. Un intento de generar un cierre al estilo sexto sentido.