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Voto de el hombre del coco:
10
Ciencia ficción. Aventuras El multimillonario John Hammond consigue hacer realidad su sueño de clonar dinosaurios del Jurásico y crear con ellos un parque temático en una isla remota. Antes de abrirlo al público, invita a una pareja de eminentes científicos y a un matemático para que comprueben la viabilidad del proyecto. Pero las medidas de seguridad del parque no prevén el instinto de supervivencia de la madre naturaleza ni la codicia humana. (FILMAFFINITY)
16 de noviembre de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo tiene todo (para pasar un buen rato).

Emoción, aventuras, humor, un poco de terror, buenos y malos, personajes que evolucionan (Hammond se replantea su nuevo circo de pulgas, Grant ama a los niños,...), unos efectos especiales tremendos y muchas muchas muchas más cosas.

Veamos, para mi Parque Jurásico inicia o confirma un nuevo tipo de cine pero con una importante diferencia: es mejor a buena parte de lo que se ha hecho y sigue haciendo después de él. Supongo que esa diferencia la marca Spielberg. Si en vez de él hubiera sido otro (¿os imaginaís esto con Renny Harlin?) otro gallo cantaría. Según quien hubiera estado detrás de las cámaras podríamos tener un buena película o no, pero aquí el salto cualitativo es más grande, es algo más que una buena película lo que vemos.

Pero vayamos desde el principio. Jurassic Park pasó por ser una novela superventas del finado Michael Crichton y su novela es un material de partida de altísima calidad para la película. Y si bien la cinta no se pierde con tantas historias ético-filosóficas (como si hace el libro) demuestra ser un brillante ejemplo de que es una ejemplar adaptación de una novela al cine.
La presentación de los personajes es fabulosa (y cambia la forma de ser -y el destino- de algunos de ellos según la novela). Hammong, Grant, Ellie, Malcom o Nedry tienen todos una breve presentación que consigue alimentar un deseo en la película: ver el Parque que da título a la película.
Y luego llega ese momento: la presentación del parque y sus dinosaurios. Y todo hay que decirlo: pasa lo mismo que en Tiburón, se les ve poco de igual manera que al tiburón se le veía poco. Pero es bueno, se crea un mayor deseo o expectación y sobretodo demuestra una cosa: los extraordinarios efectos especiales que se crean para la película y que dan vida a los dinosaurios sirven a la película, están al servicio de la película; hoy en día, pasa en muchas ocasiones al contrario: no están al servicio de la película sino que en vez de ayudar tienen como mera función mostrarse, lucirse y acaban convirtiéndose en un mero atractivo por la espectacularidad de lo que muestran. Pero aquí no solo no sirven para rizar el rizo y mostrar lo más de lo más, incluso se hace uso de animatrónics, robots (por ejemplo para primeros planos). ¿El resultado? Escasas escenas pero imborrables, espectaculares y llenas de emoción: el tricerátops, la grandísima escena en la que el t-rex ataca el coche eléctrico (¿a nadie le recuerda a Cujo? ¿nadie editando vio los enormes fallos que tiene la escena que se ven incluso focos sin ningún disimulo y otros elementos del set de rodaje?), la persecución del t-rex al coche, los gallimimus o el épico final con los raptores y el t-rex.
La película sabe dar lo necesario, en las dosis necesarias y de la mejor forma posible. E insisto, otro director ni habría sabido hacerlo así, ni habría sabido desarrollar a los personajes como hizo Spielberg. Aquí hace un trabajo más maduro y más elaborado que en Hook y en un mismo año es capaz de regalar una película como ésta y La lista de Schindler (el tono familiar de Jurassic Park y coincidir en el mismo año con La Lista de Schindler ha lastrado seguramente la película). Es capaz de crear una buena historia (o de recrear una historia original de otro, quiero decir), con unos buenos personajes, un mejor desarrollo de los mismos, con brillantes momentos de acción y siempre muy emocionantes, de crear un fabuloso final (y no solo por la lucha entre los dinosaurios bajo el cartel de "cuando los dinosaurios gobernaban la tierra") y de hacernos sentir niños cada vez que vemos la película y creer que esos dinasaurios viven.

Sin duda un ejemplo de lo que es cine con mayúsculas. Entretenimiento y espectáculo de calidad.

Y para el final me permito un último comentario: por redundante que sea mi última afirmación, una de las mejores bandas sonoras de John Williams (que al igual que a la película, coincidir en el tiempo con La lista de Schindler no le hizo nada de bien):
el hombre del coco
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