A estas alturas de la vida ya parecía que hacer una pelicula de gangsters en Nueva York sin que salgan italianos, al menos en papeles de relevancia, era imposible, así como que el director no se llamara Scorsese, Coppola o de Palma. Ridley Scott, el sr una de cal y otra de arena, ha sido capaz de acometer semejante empresa y además con buena nota, la trama nos lleva al Al Pacino más crudo de Serpico encarnado en Russell Crowe, las comparaciones son odiosas, pero el muchachote no lo hace mal. Denzel como siempre, rozando lo sublime cuando le dan un papel con chicha. Quizá se haga un pelín larga pero la cuestión de ser una historia real te atrapa y entretiene por saber como terminará el asunto. Muy muy recomendable si ya estas cansado/a de los mafiosos al uso.