La mini serie Tarancón es una buena producción, pero, al igual que ocurre en muchos de los contenidos del cine y de la tv españoles, excesivamente maniquea. Cuando la historia se desarrolla durante la guerra civil, los buenos son, por supuesto, los de siempre, y los malos, por supuesto, también los de siempre. Salvo Tarancón, que pertenecía al bando de los malos, pero por gracia de Dios, era bueno... Los creadores de la mini serie pretenden hacernos creer que un curita de Valencia llega a ser nada menos que cardenal a lo largo de todo el régimen franquista, a pesar de ser... antifranquista. JA.

Al margen de la propaganda, Tarancón es una buena producción hecha para el consumo patrio. Algunas críticas se ceban con el guión, pero las tv movies tienen que escribirse así, no se trata de hacer lo que el viento se llevó, sino un producto para consumirlo en casa sin más. Bien por tanto, aunque a veces algo tediosa por lo increíble de los hechos que nos proponen los autores de esta versión.