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Uzbekistan Uzbekistan · Samarqand
Voto de Dargor:
2
Drama A mediados de los 70, en un barrio residencial de una ciudad americana vive en perfecta armonía la familia Lisbon. Todos los chicos suspiran por las cinco hermosas hermanas Lisbon. Sin embargo, ese paraíso se desmorona cuando Cecilia, la menor, se suicida a los doce años. ¿Cómo puede convivir la belleza más pura con una macabra historia adolescente? Ésta es la pregunta que persigue a uno de aquellos adolescentes que, ya en su madurez, ... [+]
30 de octubre de 2008
139 de 229 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Mirar esto, es como carne con pan” (referente a un sándwich de embutido).

Es cierto que el ojito derecho de Francis tenía que perder su virginidad cinematográfica como cualquier adolescente pierde la suya, de mala manera.

La historia, enclavada en un barrio cool de EEUU, nos presenta a una familia formada por cinco hijas de 13, 14, 15, 16 y 17 idénticas unas a otras; a una madre con crucifijo sobresaliendo siempre y a un padre profesor de matemáticas alelado que sólo sabe hablar de la Luftwaffe y que intima con las plantas y su fotosíntesis. Típica familia del Opus, vaya.

Después está el grupo de chavales "commando" que indagan en la intrahistoria de las chicas de oro. Sofía, en un alarde de talento, hace que nos recuerden al Club de los Poetas Muertos. Pero estos insustanciales preadolescentes encima tienen habilidades especiales como sustraer diarios de niñas que se cortan las venas, pulular por alcantarillas (esta última heredada de su padre por que fue un reputado fugitivo, para estar orgulloso), o también grandes dotes como voyeurs, comentando la jugada : "Qué rápido, jo".

El mejor momento de la película es cuando aparece Josh Hartnett, que estaba en el mejor momento de su carrera tras haber estado lanzando mierda con un boli Bic en la obra maestra de Rodríguez. Aparece él, tan irresistible por los pasillos del instituto, que consigue que se me ericen los pezones de tal manera que podría exprimir limones con ellos.

El órdago está servido cuando mis dos personajes favoritos, John Nash y el adolescente con peluca se juntan en la clase del primero para tener una conversación antológica, que resumiré.

- Quiero llevar a su hija al baile.

- No.

- Entonces deje que vaya con todos mis amigos adoradores de hierba y nos llevemos a todas sus hijas al susodicho.

- Mola.

Después las pilimili se ponen unos manteles y se hacen una foto, simbolizando que debía ser la primera vez que salían al exterior. Allá en el baile (que nadie baila) prueban un licor de melocotón que les debió sentar como a mí la absenta, todo se desmadra y comienza el caos.

Que una situación tan dramática como es un suicidio colectivo adolescente me cree esta sensación tan anodina, es como para pararse a pensar.

Qué bueno que te desvirgaste Sofi, pero a que precio.
Dargor
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