Ya sabemos todos que “Siempre a tu lado” no es la mejor película del año (aunque este año es de los peores que recuerdo), pero debería de ganar el premio a película más entrañable.

El guión es muy sencillo, los actores están bastante regular y el apartado técnico deja mucho que desear. Pero el director sueco Lasse Hallström hace lo que debería de hacer, dejar el protagonismo a Hachiko, un perro que consigue llevarte al huerto. La historia es bonita, triste y muy recomendable para toda la familia. Los que estamos a favor de los animales siempre tenemos un lugar para ellos en nuestro corazón. Y digo animales, no solamente perros. No se puede tener una mascota, y luego matar hormigas, saltamontes, abejas… o lo que sea. Que existan unos animales que nos gusten más que otros es normal, pero eso no quita para humanizarles, porque ahí está el problema. Al convertir al perro en amigo y casi hombre, dejamos de amar la naturaleza y lo que amamos es nuestro egoísmo correspondido.

No es verdad que a todos los que les gustan los animales suelen ser buenas personas, pero lo que sí es mucho más cierto es que a los que no les gustan dejan bastante que desear como personas habitualmente.

Queda ya lejana aquella Ley Orgánica del año 1995 donde se castigaba entre tres meses y un año de cárcel para aquellos que maltratasen o matasen animales domésticos. Dos preguntas para la reflexión. Primera pregunta ¿Cuántas personas conoce que estén o hayan estado en la cárcel por ello? Segunda pregunta: ¿Cuántas mascotas han sido abandonadas, maltratadas, torturadas y asesinadas desde entonces?

Nota: 6,6.