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Voto de vircenguetorix:
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Drama
Siglo VII. Férreamente determinado a acabar con las injusticias de los líderes de la Meca, Mohammad, que afirma haber tenido una visión del ángel Gabriel, les persuade para que abandonen la adoración de los 300 ídolos de Kaaba en favor de uno sólo. Además de desoir sus ruegos, las reuniones de Mohammad y sus partidarios son respondidas con persecuciones y crueles torturas. Su expulsión de la Meca desencadena la sed de justicia de éstos ... [+]
6 de agosto de 2007
67 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los años setenta del pasado siglo XX comenzó en cierta forma a instaurarse la islamofobia en todo Occidente; hasta entonces el musulmán nunca había caído demasiado bien, pero en general no existía de forma muy articulada un discurso contra ellos.
Todo esto cambia en esta época debido a los atentados terroristas de los comandos islamistas que operan por toda Europa y Estados Unidos como respuesta a la situación de una Palestina olvidada entonces.
Ante esta visión del Islam como una religión fanatizada, sangrienta y destructiva un árabe musulmán pero que trabaja en Estados Unidos como Moustapha Akkad -el productor de la saga “Halloween”- pretende crear una película que explique al mundo como nace el Islam y quien era Mahoma para demostrar que no son unos asesinos precisamente.
El resultado es la mejor obra jamás filmada sobre este apasionante tema en la historia del cine, que de una forma divulgativa nos cuenta con bastante exactitud aquellos convulsos pero interesantes años del siglo VII y en la península arábiga.
Como toda película apologética y un tanto proxelitista, “Mahoma, el Mensajero de Dios” peca en ocasiones de algo muy común en las películas religiosas: De falta de autocrítica. Aunque si la comparamos con el tradicional cine bíblico cristiano casi podíamos decir que es racionalista, ya que se intenta explicar de forma lógica los hechos que allí acontecen sin caer en el típico milagro con la música celestial y luz cegadora a la que tan acostumbrados estamos.
Es interesante destacar que el título original es “El mensaje” -Arrisala en lengua árabe- y no “El Mensajero” como se tradujo en Estados Unidos, lo que demuestra una vez más que nuestra religión es cristocéntrica y no ha entendido nunca que es más importante qué se dice que quién lo dice, algo que pasa en todos los ámbitos de la vida.
Otra curiosidad del film es que al Profeta no se le ve nunca delante de la cámara y ni siquiera se le oye su voz, algo que está tácitamente prohibido en el Islam –aunque ha habido excepciones en épocas históricas- aunque es el verdadero protagonista de toda la película y su presencia se hace notar constantemente.
Cinematográficamente la película que dura tres horas, tiene dos partes claramente diferenciadas, la primera que es toda la recreación de La Meca, la creación del movimiento con los primeros adeptos y las correspondientes persecuciones, mientras que la segunda tiene muchos rasgos bélicos y hará las delicias de los que gusten de batallas porque esta película tiene muchas.
Todo esto cambia en esta época debido a los atentados terroristas de los comandos islamistas que operan por toda Europa y Estados Unidos como respuesta a la situación de una Palestina olvidada entonces.
Ante esta visión del Islam como una religión fanatizada, sangrienta y destructiva un árabe musulmán pero que trabaja en Estados Unidos como Moustapha Akkad -el productor de la saga “Halloween”- pretende crear una película que explique al mundo como nace el Islam y quien era Mahoma para demostrar que no son unos asesinos precisamente.
El resultado es la mejor obra jamás filmada sobre este apasionante tema en la historia del cine, que de una forma divulgativa nos cuenta con bastante exactitud aquellos convulsos pero interesantes años del siglo VII y en la península arábiga.
Como toda película apologética y un tanto proxelitista, “Mahoma, el Mensajero de Dios” peca en ocasiones de algo muy común en las películas religiosas: De falta de autocrítica. Aunque si la comparamos con el tradicional cine bíblico cristiano casi podíamos decir que es racionalista, ya que se intenta explicar de forma lógica los hechos que allí acontecen sin caer en el típico milagro con la música celestial y luz cegadora a la que tan acostumbrados estamos.
Es interesante destacar que el título original es “El mensaje” -Arrisala en lengua árabe- y no “El Mensajero” como se tradujo en Estados Unidos, lo que demuestra una vez más que nuestra religión es cristocéntrica y no ha entendido nunca que es más importante qué se dice que quién lo dice, algo que pasa en todos los ámbitos de la vida.
Otra curiosidad del film es que al Profeta no se le ve nunca delante de la cámara y ni siquiera se le oye su voz, algo que está tácitamente prohibido en el Islam –aunque ha habido excepciones en épocas históricas- aunque es el verdadero protagonista de toda la película y su presencia se hace notar constantemente.
Cinematográficamente la película que dura tres horas, tiene dos partes claramente diferenciadas, la primera que es toda la recreación de La Meca, la creación del movimiento con los primeros adeptos y las correspondientes persecuciones, mientras que la segunda tiene muchos rasgos bélicos y hará las delicias de los que gusten de batallas porque esta película tiene muchas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Al hilo de esto quiero decir que es imposible negar que porque el Islam no es una religión pacifista, como no lo puede ser ninguna religión que crea en la Verdad y que quiera transmitirla a la comunidad. Eso no pasa en Oriente donde la religión es un acto más individual que colectivo y nadie se embarcaría en guerras por imponer su religión a otro. Y digo Oriente, ya que el Islam no es una religión oriental sino occidental como el judaísmo y el cristianismo, todas las religiones reveladas y monoteístas lo son, en contraposición con las gnósticas y politeístas o espiritualistas.
Moustapha Akkad luego rodaría también en Libia, otra magnífica película, en algunos aspectos incluso mejor que esta como es “El león del desierto” que tiene también ese punto de documental como esta que hace que se debería de poner en los colegios a todos los niños para que sean más respetuosos con el Islam y también a muchos emigrantes musulmanes que han caído en el mundo de la delincuencia olvidando los principios y valores de su cultura y religión ancestral. A los terroristas no les cuento puesto que tienen un lavado de cerebro tal que cuesta pensar que son seres racionales.
Nota: 7,75.
Moustapha Akkad luego rodaría también en Libia, otra magnífica película, en algunos aspectos incluso mejor que esta como es “El león del desierto” que tiene también ese punto de documental como esta que hace que se debería de poner en los colegios a todos los niños para que sean más respetuosos con el Islam y también a muchos emigrantes musulmanes que han caído en el mundo de la delincuencia olvidando los principios y valores de su cultura y religión ancestral. A los terroristas no les cuento puesto que tienen un lavado de cerebro tal que cuesta pensar que son seres racionales.
Nota: 7,75.