Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · capital federal
Voto de gonzafer85:
7
Drama Narra la historia de amor entre Elise y Didier. Ella tiene una tienda de tatuajes, él toca el banjo en una banda. Es amor a primera vista, a pesar de sus diferencias. Él habla, ella escucha. Él es ateo y un ingenuo romántico. Ella tiene una cruz tatuada en el cuello, y los pies en el suelo. Su felicidad se completa con el nacimiento de la pequeña Maybelle. Pero la niña enferma a los seis años. (FILMAFFINITY)
24 de enero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Nominada al Oscar 2014 como Mejor película de habla no inglesa, ‘The Broken Circle Breakdown’(también conocida como ‘Alabama Monroe’) es una muy buena película en varios aspectos: montaje, sonido, interpretaciones, historia… todos puestos al servicio de una idea de consternar al espectador de una manera no tan convencional. El problema es que lo logra a los pocos minutos de empezar, y luego ya no hay vuelta atrás: el progreso evidente de la peor enfermedad del mundo (el cáncer) y la muerte de la niña Maybelle se dan muy pronto y no hay manera de recuperarse de semejante golpe. Por más que se alternen momentos y secuencias musicales alegres (aunque también nostálgicas), después de semejante injusticia, sólo se puede esperar una visión del mundo trágica, desesperanzada, amarga… una mierda básicamente (no me quiero ni imaginar el efecto de este film en quienes son padres). Y me pregunto, ¿hasta dónde una película así es un aporte? Cuando digo “aporte” no me refiero a un aporte cultural o “intelectual”, sino a cualquier tipo de aporte (como el mero entretenimiento pasatista por ejemplo). Claro, alguien podría decirme que el cine (y el arte en general) no tiene por qué aportar algo, y tendría razón. Aún así, mi problema con esta película es su falta total de esperanza y su visión pesimista del mundo y del amor. Prefiero a la vida, viva.

“Lo sabía. De hecho, siempre lo he sabido. Que era demasiado hermoso para ser cierto. Que no podía durar. Que la vida no es generosa. No tenemos derecho a amar, no podemos encariñarnos pues la vida no hace obsequios. Vuelve a llevarse todo riéndose en tu cara, te traiciona.” (Elise/Alabama)

De todas maneras, es una buena película, sobre todo por los permanentes saltos temporales y la precisa composición entre estos para lograr un determinado efecto en el espectador. Una especie de “montaje de choque” (S. Eisenstein), pero no de planos sino de secuencias, articulado de tal manera que nunca resulta confuso (es decir, en mayor o menor medida, siempre sabemos si estamos en el presente, pasado o futuro de la historia) y que genera su efecto emocional a través del contraste entre etapas/estados felices y tristes en la pareja en cuestión. Yendo y viniendo, alterna secuencias que van desde el nacimiento del amor entre Didier y Elise, el fruto de ese amor (Maybelle), la enfermedad, la muerte y el duelo, hasta la autodestrucción de la pareja. Estas etapas/estados intercalados muestran los extremos que conviven dentro del propio ser humano y su potencialidad, tanto para amar como para lastimar, para crear como para destruir. La naturaleza autodestructiva. Las distancias irreconciliables entre dos personas que se juraron eternos amantes, y las explosiones irreconocibles que los convierten en perfectos extraños. Esta idea de alternancia temporal tiene un atractivo difícil de explicar, tal vez tenga que ver con que las personas recordamos de esa manera, en fragmentos desordenados. Por otro lado, es un film disfrutable también musicalmente, hay una idea de expresar todos los sentimientos de los personajes a través de la música.

Finalmente, hay una discusión política de fondo, que se desarrolla mostrando una extraña relación de los personajes con la cultura estadounidense. A veces, “detalles”, como el grupo musical infantil que escucha Maybelle en su cumpleaños o el conjunto de ropa interior de Elise con la bandera de estados unidos como motivo. Otras veces, desconcertantes curiosidades (que luego tendrán su razón de ser), como la frase de Didier: “el mejor lugar en el mundo es Estados Unidos, el lugar donde todo se puede cumplir, un país para soñadores”; o una escena donde se ve en la TV -de fondo- un noticiero que transmite imágenes del atentado a las torres gemelas (en esa escena corre el año 2001). Finalmente, uno de los momentos más explosivos y claves de la historia (y la pareja), cuando Didier enloquece al escuchar a Bush vetar un proyecto de ley para el uso de células madres para combatir enfermedades como el cáncer (“para inventar armas hay tecnología, pero para salvar vidas…” dice Didier). El conservadurismo teórico basado en razones religiosas versus el caso concreto de un padre (ateo) que perdió a su hija en manos de una enfermedad posiblemente curable con los debidos avances de la ciencia (avances lentificados, según Didier, por la hipocresía de los conservadores). En el medio, Elise, con su fe y sus creencias simbolizadas por una cadenita con una cruz, reliquia de su familia, antes de su abuela, luego de madre y ahora también de Maybelle. La grieta invisible de una historia de amor que se convierte en un abismo lleno de miserias.

www.quecinemirar.blogspot.com.ar
gonzafer85
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow