Es una película brillante. La anécdota es brillante. Las actuaciones son brillantes. El pequeño Jonah Hill ya es un gordo que sabe mostrar lo que es el trabajo actoral profesional. Brad Pitt es un veterano que puede darse el lujo de continuar una carrera al natural. Detrás de todo ello está el deporte y sus maravillosas lecciones.
Vamos a pensar unos segundos: el alto rendimiento en el deporte no se finge, se lleva a cabo; ser bueno en el deporte no es ganar millones por hacer algo que no te complace; ganas millones por ser excelente en lo que haces; ser deportista es poner los pies en la tierra y enfrentar los desafíos, despierto, con la frente en alto, con la ambición suficiente como para que no desistas a la primera caída y la humildad necesaria para reconocer las derrotas.