He de comenzar diciendo que, en el italiano del filme, frente a lo que se lee en la crítica de Tavo hecha en este mismo portal, el periodista no le dice a Fellini que "se retirará" (algo que suena a que dejará el oficio o dejará de ejercerlo), lo que le dice es, alegremente, "entonces me voy, señor". Irse y retirarse no son lo mismo; dan sentidos diferentes en una escena.
De otro lado, el perfil del genio de Fellini, en este documental es un tanto parsimonioso, amenizado solo por uno que otro comentario jocoso y alguna idea de cómo llega el autor italiano a la realización de sus filmes. El alma de los sueños está siempre presente; el despertar de cada mañana; el saludo al día con la noción de que una gran idea ha pasado por la mente mientras se ha dormido. No hay mucho más qué decir, tampoco mucho menos.