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96.037
Western. Drama
William Munny (Clint Eastwood) es un pistolero retirado, viudo y padre de familia, que tiene dificultades económicas para sacar adelante a su hijos. Su única salida es hacer un último trabajo. En compañía de un viejo colega (Morgan Freeman) y de un joven inexperto (Jaimz Woolvett), Munny tendrá que matar a dos hombres que cortaron la cara a una prostituta. (FILMAFFINITY)
24 de junio de 2019
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Todo género cinematográfico evoluciona. Es un hecho. A lo largo de toda la historia del cine, ya sea por el avance tecnológico, las nuevas generaciones de directores y/o actores, el descubrimiento de factores relacionados con dicho género o simplemente las modas y los nuevos gustos, son elementos más que incisivos a la hora de definir la anatomía de todo género cinematográfico.
En este caso, del Western. Siendo un género que allá por principios de los noventa ya empezaba a notar los síntomas de una inevitable decadencia (dinámica que empezó en la década anterior), de forma asombrosa aparece la película que define al género en su totalidad: Sin Perdón.
Dirigida por el grandísimo Clint Eastwood, icono del Western y uno de los mejores directores de las últimas décadas, vemos un film que se despoja y aleja de todo tópico que marcó el género. Al contrario que en los films de John Wayne o Sergio Leone, en Sin Perdón vemos que la humanidad, la preocupación, el ser consecuente y la necesidad vital son frentes más importantes que las balas por doquier, las persecuciones y la sangre fría como un témpano.El nihilismo bestial que se respira solo lo veríamos después en películas como Seven o Matrix, entre otras. "Un fin de fiesta" del género que, lejos de enturbarlo, lo eleva a lo más alto.
Como he dicho antes, todo género sufre una metamorfosis, y siempre hay una película que marca ese cambio. En el caso del Western, es Sin Perdón.
En este caso, del Western. Siendo un género que allá por principios de los noventa ya empezaba a notar los síntomas de una inevitable decadencia (dinámica que empezó en la década anterior), de forma asombrosa aparece la película que define al género en su totalidad: Sin Perdón.
Dirigida por el grandísimo Clint Eastwood, icono del Western y uno de los mejores directores de las últimas décadas, vemos un film que se despoja y aleja de todo tópico que marcó el género. Al contrario que en los films de John Wayne o Sergio Leone, en Sin Perdón vemos que la humanidad, la preocupación, el ser consecuente y la necesidad vital son frentes más importantes que las balas por doquier, las persecuciones y la sangre fría como un témpano.El nihilismo bestial que se respira solo lo veríamos después en películas como Seven o Matrix, entre otras. "Un fin de fiesta" del género que, lejos de enturbarlo, lo eleva a lo más alto.
Como he dicho antes, todo género sufre una metamorfosis, y siempre hay una película que marca ese cambio. En el caso del Western, es Sin Perdón.