A finales de los años sesenta y a medida que va desapareciendo la censura franquista, surge en España el fenómeno del cine del destape, que se caracteriza por mostrar los primeros desnudos integrales en pantalla. Pero al mismo tiempo que se inicia esta nueva ola del cine español, y bajo la todopoderosa influencia de títulos tan emblemáticos como "Los energéticos", "La masajista vocacional", o "Desembraga a fondo", surge una variación o modalidad de este movimiento, que compartiendo sus principios esteticos y a traves de películas como "La madriguera" inauguran el cine del destape intelectual. El destape intelectual, se constituye como un intento por adaptar dentro de los códigos del cine de vanguardia el imaginario de muslos, pezones y pantorrillas propios del destape mas academicista. Esta franquicia del destape, formada por directores como Basilio Martín Patino, Pere Portabella, o el propio Carlos Saura, intenta cumplir todas las promesas del movimiento y a la vez hacerlo accesible a esa parte del público, que por la razón que sea, es culto. La madriguera es un título paradigmático de este cine gañán y vanguardista. Rodada en 1969, solo un año despues que Sor Ye-yé, es la cuarta película del director y su segunda colaboración con Rafael Azcona, el guionista, que junto a Juan José Alonso Millán, quizá sea el mas decisivo del cine del destape. La película, interpretada por Geraldin Chaplin, una de las musas del destape, y por el actor sueco Per Oscarsson, que en esta pelicula se llama Pedro, se ocupa de las tribulaciones existenciales de una pareja perteneciente a la burguesia moruna. Los recuerdos de infancia reprimidos que despiertan en la esposa unos muebles de trastero recibidos en herencia, es el Macguffin del que se vale Carlos saura para dar rienda suelta al típico enredo críptico y desmelenado que en aquella época hacía las delicias de un público con ganas de ver películas casposas, pero que no renunciasen a hacerle pensar.