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Voto de East:
5
6,1
4.619
Drama. Comedia
Son las nueve de la mañana de un caluroso día de verano en el barrio madrileño de Usera. Paco, Ramón y Andrade, tres amigos que llevan en paro desde que cerró la empresa en la que trabajaban, han quedado para ejecutar un plan. Cuando por fin se reúnen, un contratiempo les impide salir de casa: el coche que necesitaban para trasladarse está averiado. Mientras buscan otra manera de llegar a su destino, se ven envueltos en una serie de ... [+]
24 de febrero de 2020
16 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras la película camina por unos derroteros costumbristas que en principio no conducen a ningún punto cardinal, lejos del cielo y del infierno, cerca de la mediocridad más mundana, de los problemas más cotidianos, todo tiene un sentido, un ritmo y una puesta en escena más que interesante. Sobre todo gracias a tres interpretes que saben llenar la pantalla, con unos diálogos cercanos (excepciones en spoilers), realistas y creativos al mismo tiempo. Los escollos y las miserias de la amistad en unos tiempos tan complicados y cambiantes como los que nos ha tocado vivir, la dificultad de los hombres para adaptarse a la nueva sociedad, al rol cada vez más preponderante que, poco a poco, están alcanzando las mujeres, o la precariedad laboral, esos son los curiosos temas por los que se mueve con cierta soltura. Y lo hace creando una creciente tensión, partiendo de lo más corriente, de lo más trivial. Hasta ahí poco que objetar, nada del otro mundo, pero todo muy sugestivo.
Pero cuando al final se vuelve trascendente, cuando saca a relucir uno de los temas de actualidad por excelencia, cuando pretende sentar cátedra, desbarra, se estrella estrepitosa y singularmente. Para ese viaje hacían faltan otras alforjas, otros presupuestos, otra sensibilidad, una visión más realista, otro contrapunto, un punto de vista que aquí brilla por su ausencia. Es más, casi acaba disculpando lo que que se pretende criticar, trivializando con ribetes pseudo psicológicos un drama demasiado cruento (más claro en spoilers).
Pero cuando al final se vuelve trascendente, cuando saca a relucir uno de los temas de actualidad por excelencia, cuando pretende sentar cátedra, desbarra, se estrella estrepitosa y singularmente. Para ese viaje hacían faltan otras alforjas, otros presupuestos, otra sensibilidad, una visión más realista, otro contrapunto, un punto de vista que aquí brilla por su ausencia. Es más, casi acaba disculpando lo que que se pretende criticar, trivializando con ribetes pseudo psicológicos un drama demasiado cruento (más claro en spoilers).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La excepción a la que me refiero no es otra que las peroratas pseudo-psicológicas de uno de los protagonistas, el maltratador que había asesinado a su mujer y a sus hijos, que habla del victimismo según algunas corrientes psicológicas. O de Freud, o del sistema límbico. Y por ahí empieza a notarse que la película se desliza por un terreno resbaladizo. Pero no se atisba que acabará con una gran disonancia entre las premisas (casi todo el metraje) y las conclusiones (el último cuarto de hora). Porque la película utiliza los famosos Macguffin de Hitchcock, ya que "el plan" por el que se reúnen los protagonistas en un piso nunca llega a revelarse, nada tiene que ver con lo demás, no es más que un pretexto para crear tensión con algo ajeno a la que se supone la verdadera trama. Lo que ocurre es que aquí el Macguffin dura casi toda la película, porque el final poco o nada tiene que ver con lo que hemos visto antes, por más que se intenten conjugar con los monólogos de uno de los protagonistas.
Lo que hace la película (creo que muy a su pesar) es teorizar, psicoanalizar, incluso normalizar, algo tan visceral y violento, tan primitivo como los malos tratos. Y peor aún, deja totalmente al margen a las víctimas, a las mujeres, cuyo punto de vista está totalmente ausente. Porque da la impresión de acaba acusando a todo el mundo (o a nadie), a todos los hombres, viniendo a mantener que cualquiera, incluso el más leal y normal de nuestros amigos, puede ser un maltratador, un asesino. Pero esa realidad no existe, por más que muchos asesinos pasen desapercibidos, incluso parezcan ciudadanos modelo. Y tampoco tienen nada que ver las explicaciones que baraja, como que el sistema límbico desconecta y pasa lo que pasa, como si el azar fuera uno de los culpables. Sí, puede que acierte cuando postula que la falta de empatía constituye uno de los desencadenantes de los malos tratos, pero eso no es algo que se conecte o se desconecte como un enchufe, más bien algo oscuro que siempre está presente, que va acumulando imaginarias afrentas hasta que finalmente explota. Qué maltratador ha utilizado en su vida la palabra sistema límbico? Les hablas de psicología y se ponen enfermos la mayoría, que eso es algo para hombres de contrastada cobardía, no para los machos ibéricos. Tampoco alguien que acaba de asesinar a su mujer y sus hijos se puede comportar con la naturalidad que se muestra en la cinta, ni de lejos.
Ignoro que verdad persigue la película, pero en todo caso, la psicología del maltratador no está presente. Y menos aún las consecuencias diarias de su conducta, el daño que infringen. Tampoco la forma de afrontar, social o personalmente, ese grave y complejo problema aparece por ningún lado. Se saca de la chistera el tema de los malos tratos pero en realidad poco o nada coherente dice al respecto.
Lo que hace la película (creo que muy a su pesar) es teorizar, psicoanalizar, incluso normalizar, algo tan visceral y violento, tan primitivo como los malos tratos. Y peor aún, deja totalmente al margen a las víctimas, a las mujeres, cuyo punto de vista está totalmente ausente. Porque da la impresión de acaba acusando a todo el mundo (o a nadie), a todos los hombres, viniendo a mantener que cualquiera, incluso el más leal y normal de nuestros amigos, puede ser un maltratador, un asesino. Pero esa realidad no existe, por más que muchos asesinos pasen desapercibidos, incluso parezcan ciudadanos modelo. Y tampoco tienen nada que ver las explicaciones que baraja, como que el sistema límbico desconecta y pasa lo que pasa, como si el azar fuera uno de los culpables. Sí, puede que acierte cuando postula que la falta de empatía constituye uno de los desencadenantes de los malos tratos, pero eso no es algo que se conecte o se desconecte como un enchufe, más bien algo oscuro que siempre está presente, que va acumulando imaginarias afrentas hasta que finalmente explota. Qué maltratador ha utilizado en su vida la palabra sistema límbico? Les hablas de psicología y se ponen enfermos la mayoría, que eso es algo para hombres de contrastada cobardía, no para los machos ibéricos. Tampoco alguien que acaba de asesinar a su mujer y sus hijos se puede comportar con la naturalidad que se muestra en la cinta, ni de lejos.
Ignoro que verdad persigue la película, pero en todo caso, la psicología del maltratador no está presente. Y menos aún las consecuencias diarias de su conducta, el daño que infringen. Tampoco la forma de afrontar, social o personalmente, ese grave y complejo problema aparece por ningún lado. Se saca de la chistera el tema de los malos tratos pero en realidad poco o nada coherente dice al respecto.