Creo que des de 'Rush' (2012) no disfrutaba tanto viendo una película de carreras de coches. A nivel visual, las carreras son puro espectáculo y gracias al sonido, al montaje o a los efectos visuales por momentos te parece que estas conduciendo el Ford de Ken Miles. Pero más allá de la espectacularidad de las carreras, el gran acierto que tiene ‘Ford v. Ferrari’ es que, aparte de centrarse en las carreras y en sus preparativos, también se centra en el drama personal de los protagonistas. De esta forma, podemos conocer sus ambiciones y podemos cogerles simpatía hasta el punto de sufrir con ellos.

En realidad, la película dirigida por James Mangold no deja de ser la evolución de una relación de amistad entre Carrol Shelby y su piloto Ken Miles. Por eso, la química que tienen los dos actores, Matt Damon y Christian Bale, es indudable y eso hace que la película evolucione tan bien. En este sentido, los dos intérpretes hacen una buena interpretación. Quizá Damon la haga muy monótona, pero convence, y puede que la de Bale sea un poco forzada a veces, pero como siempre, ambos cumplen. Al final, nos da igual si lo que estamos viendo es una realidad a medias o si nos quieren hacer la historia más bonita de lo que en realidad fue. No creo que en la historia en la cual se basa la película hubiese tanto humor, y es que hay momentos en los que te ríes muchísimo. Pero precisamente es este enfoque más cómico de la historia lo que hace que la película sea mucho más ágil y entretenida, y que las dos horas y media de cinta te pasen volando. Claro está que también hay algunos fallos de guion y que a veces resulta ser de lo más previsible, pero nos da igual porque estamos disfrutando tanto de la película que todos los fallos que hay se nos pasan por alto.

‘Ford v. Ferrari’ es un relato clásico y sólido que creo que no solo gustará a los fans de las películas de acción y automóviles, sino que abarca a un público más general porque es una historia donde el factor humano también tiene mucho protagonismo. James Mangold ha conseguido crear una historia que se parece al cine de antaño, pero le ha sabido dar un enfoque más moderno. Pero creo que lo mejor de la película es que a pesar de las dos horas y media de duración te mantiene pegado a la butaca y no te importaría que Le Mans durara un par de vueltas más.

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