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Voto de electricchairman:
5
6,9
45.153
Acción. Thriller
Un tal Simon siembra el pánico en las calles de Nueva York haciendo explotar una serie de bombas, y asegura que no dejará de hacerlo a menos que el agente John McClane acceda a jugar con él a un juego llamado "Simón dice". Con la ayuda de Zeus, un electricista de Harlem, el agente comienza una trepidante carrera para resolver las adivinanzas planteadas por el terrorista y, al mismo tiempo, para averiguar sus intenciones. (FILMAFFINITY)
19 de agosto de 2008
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una tercera entrega de "Die hard" que no está a la altura de sus predecesoras, aunque no se le puede negar esa asombrosa capacidad para entretener al espectador y jugar habilidosamente con la trama hasta los títulos finales, tras algo más de dos horas de acción trepidante. La vuelta de McTiernan a las aventuras de John McLane parecía prometedora, pero en términos globales resulta, con mucho, correcta y poco más.
Muchas eran las oportunidades, pero los resultados no acaban de hacer cuajar totalmente las propuestas. Quizá la más importante novedad, que pretendía darle un respiro al protagonista, es la presencia de Samuel L. Jackson, junto a un villano encarnado por un actor de la talla de Jeremy Irons. Y es que a nivel interpretativo están todos muy bien en general, incluso cuando el último tiene algún que otro resbalón caracterizando a su personaje, pero el problema no reside en el trabajo de los intérpretes: al final, da la sensación de que se ha jugado a la baza de las películas de acción con doble protagonismo, dos formas de enfrentarse al malo de turno, y aunque añade algún que otro momento desmitificador, incluso ciertamente cómico, no deja de ser una prolongación de una situación harto conocida.
Y lo peor, lo que le resta muchísimos enteros, es un final desangelado que uno se pregunta qué pinta después de casi dos horas de tensión "in crescendo": ni siquiera se ofrece un recital de pirotecnia en condiciones, prefiriendo cortar por lo sano y poner el punto final sin mucho alboroto. Es una lástima que los logros, tanto técnicos como argumentales, que se van consiguiendo a lo largo del metraje, queden lastrados al querer desenlazar la historia de manera tan simple, sin ofrecer algo nuevo.
Quizá es eso lo que se nos prometía, y en bastante medida se consigue, pero hay que saber cerrar el circo por todo lo alto, sobre todo teniendo en cuenta de que se trata de la tercera incursión del personaje en la pantalla. Una película que se consume sin esfuerzo, pero que deja un regusto algo amargo por la pérdida poco justificada del ritmo y la precipitación en las soluciones.
Muchas eran las oportunidades, pero los resultados no acaban de hacer cuajar totalmente las propuestas. Quizá la más importante novedad, que pretendía darle un respiro al protagonista, es la presencia de Samuel L. Jackson, junto a un villano encarnado por un actor de la talla de Jeremy Irons. Y es que a nivel interpretativo están todos muy bien en general, incluso cuando el último tiene algún que otro resbalón caracterizando a su personaje, pero el problema no reside en el trabajo de los intérpretes: al final, da la sensación de que se ha jugado a la baza de las películas de acción con doble protagonismo, dos formas de enfrentarse al malo de turno, y aunque añade algún que otro momento desmitificador, incluso ciertamente cómico, no deja de ser una prolongación de una situación harto conocida.
Y lo peor, lo que le resta muchísimos enteros, es un final desangelado que uno se pregunta qué pinta después de casi dos horas de tensión "in crescendo": ni siquiera se ofrece un recital de pirotecnia en condiciones, prefiriendo cortar por lo sano y poner el punto final sin mucho alboroto. Es una lástima que los logros, tanto técnicos como argumentales, que se van consiguiendo a lo largo del metraje, queden lastrados al querer desenlazar la historia de manera tan simple, sin ofrecer algo nuevo.
Quizá es eso lo que se nos prometía, y en bastante medida se consigue, pero hay que saber cerrar el circo por todo lo alto, sobre todo teniendo en cuenta de que se trata de la tercera incursión del personaje en la pantalla. Una película que se consume sin esfuerzo, pero que deja un regusto algo amargo por la pérdida poco justificada del ritmo y la precipitación en las soluciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Quizá mi puntuación parezca muy baja, pero es que personalmente me disgustaron mucho los últimos 10 minutos de película. Sí, es una historia donde las casualidades campan a sus anchas, y ahí reside parte de su encanto, pero tras localizar a los bandidos deberían haber puesto más empeño a la hora de acabar con ellos, que es lo que deseamos todos. Y esa huída con helicópteros, resuelta con un tiro afortunado a unos cables de alta tensión me parece de lo más tópica, además de una fría despedida de los dos protagonistas que han compartido tantas horas agónicas y sin aliento. Tampoco esa mención a la esposa de McLane hace mucho por darle fuerza al remate de la historia.
También hay una serie de situaciones algo grotescas que perjudican más que otra cosa, y algunos tiempos muertos que, en cualquier caso, no es que dañen mucho a la marcha a toda máquina de la película, pero creo que le restan méritos. Tampoco podemos basarnos en la cantidad de frases, chistes y juegos de palabras que hay en la película (parece que hay gente experta en memorizar fragmentos de diálogos con chispa y esas son las únicas razones para subir el listón de la película en sí), porque no radica ahí lo mejor de una cinta, y además es una constante en la saga.
En cualquier caso, todo admirador de las "Die hard" debe ver esta entrega, y tratar de disfrutar de los buenos momentos que ofrece, que también los tiene, y aceptar como mejor pueda un final soso donde los haya.
También hay una serie de situaciones algo grotescas que perjudican más que otra cosa, y algunos tiempos muertos que, en cualquier caso, no es que dañen mucho a la marcha a toda máquina de la película, pero creo que le restan méritos. Tampoco podemos basarnos en la cantidad de frases, chistes y juegos de palabras que hay en la película (parece que hay gente experta en memorizar fragmentos de diálogos con chispa y esas son las únicas razones para subir el listón de la película en sí), porque no radica ahí lo mejor de una cinta, y además es una constante en la saga.
En cualquier caso, todo admirador de las "Die hard" debe ver esta entrega, y tratar de disfrutar de los buenos momentos que ofrece, que también los tiene, y aceptar como mejor pueda un final soso donde los haya.