Como dice el título, es la típica película para ver en familia, sobre todo si en la casa hay "peques".

Se trata de una adaptación algo libre de la historia de cómo surgió el mito de Santa Claus. Nicolás es un joven que se queda huérfano cuando no es más que un niño. En la humilde aldea de pescadores donde vive, las familias se reparten la tutela del muchacho. Cada año, al llegar el día de Navidad, Nicolás se muda a vivir a otra casa. La noche antes de su partida hace un regalo a los otros niños con los que ha convivido durante el año, hasta que llega un día en el que la escasez llega a la villa y se plantean qué hacer con él...

Personalmente me hubiera gustado que se ahondara un poco más en los personajes secundarios. Es un film que se hace corto, sobre todo hacia el final, cuando Nicolás se va haciendo más viejo. Sin embargo, la escasa duración la hace más llevadera para los peques de la casa, público al que va destinada, que no llegarán a aburrirse en ningún momento.


Entretenida, dinámica, sin excesivas florituras y con un punto de vista adecuado. Interesante en estas fechas navideñas.