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España España · malaga
Voto de alcaide:
5
Aventuras. Acción El arqueólogo Indiana Jones deberá emprender otra aventura contra el tiempo para intentar recuperar un dial legendario que puede cambiar el curso de la historia. Acompañado por su ahijada, Jones pronto se encuentra enfrentándose a Jürgen Voller, un ex nazi que trabaja para la NASA. (FILMAFFINITY)
29 de junio de 2023
20 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
En ese estado perpetuo de nostalgia que viven los nacidos entre finales de los setenta, y principios de los ochenta del siglo pasado, no son pocos los títulos que compiten en taquilla en fechas clave, explotando un reclamo tan sencillo como eficaz, abrir el sarcófago de turno, y exponer la momia del faraón para deleite de la audiencia.

De eso de abrir recipientes nobles y vetustos, sabe mucho el arqueólogo más famoso de la historia del celuloide, un Indiana Jones al que sigue dando vida Harrison Ford, con nada menos que ochenta primaveras, en un trabajo que por desgracia, perdió la capacidad de sorpresa por ese entretenido patinazo de la Calavera de Cristal, cuyo desafortunado final, la cúspide de una serie de lamentables decisiones, borraba parte del legado de la mejor saga de aventuras jamás filmada.

En el aspecto más cruel de este cuarto retorno de Indy, se encuentra la ausencia de uno de los padres de la criatura, un Steven Spielberg relegado, junto a su socio George Lucas, a las tareas de productor, y cediendo la dirección a James Mangold, un artesano competente, que ya fue el encargado dar carpetazo a otro héroe recientemente en Logan, y que se suma a la difícil tarea, de ofrecer un testamento digno a tan destacado icono de la cultura popular.

Una vez aceptado, y el que no lo haga tiene un serio problema, que el nivel de la trilogía original nunca volverá, toca preguntarse si este Dial del Destino cumple al menos como entrega digna para los fans, y seguramente no serán pocos los que la aborrezcan por lo recién mencionado, para el resto, destacar un arranque lleno de intensidad, que rememora las viejas esencias del mejor Indiana Jones, con los esperados homenajes en su desarrollo posterior, que incluso cierra capítulos argumentales, despreciados de manera furiosa por los fans en la anterior entrega.

Cierto es igualmente, que la cinta adolece de un palpable cansancio, que se evidencia a medida que avanza entre sus habituales persecuciones por entornos exóticos, pese a los esfuerzos de Mangold por intentar respetar al máximo el tono original, es tanto un problema físico como técnico, en el que se echa en falta a gran parte del habitual equipo de Spielberg, para que el fondo estético resulte en suma algo menos artificial, lo que le habría permitido mostrarse más estimulante en lo artificioso.

Por otra parte, era inevitable que el peso de la responsabilidad acabaría por pasarle factura, aún cuando recupera felizmente, ese componente místico de artefactos con cualidades sobrenaturales, de convincente poso histórico, los cuales son perseguidos por los nazis, esos villanos perfectos que cuando se trata de las aventuras del Dr. Jones, se antojan casi indivisibles de la ecuación, y que para la ocasión se encuentran capitaneados por un Mads Mikkelsen siempre deseado.

Completan el reparto una Phoebe Waller-Bridge implicada, la cual da la replica a Harrison Ford casi como un alter ego femenino del héroe, incluso portando su particular tapón, aquí llamado Teddy, en un desfile de viejos conocidos como John Rhys-Davies, que vuelve a dar vida a Sallah, mientras otros como Toby Jones, o nuestro Antonio Banderas, se unen con nuevos personajes a la fiesta desde el plano secundario.

Finalmente, resulta imposible hablar de la saga sin mencionar a quien pone gran parte la magia, un John Williams testamentario, que se une junto a Harrison Ford en el más que evidente fin de ciclo, con una partitura algo fatigada en lo nuevo, pero tan reconocible e indisoluble de un producto, que puede haber tenido altibajos en sus últimos títulos, pero que no altera el poder de atracción ni la capacidad de una marca, cuyos emblemas sencillos tales como el sombrero fedora de fieltro marrón, o el látigo de cuero, forman ya parte de la iconografía más destacada del Séptimo Arte, convirtiendo a su héroe en el símbolo de todo un género, algo que justifica sobradamente el dejarse llevar, en cualquiera de sus entregas, por tan cuidado universo de aventuras y fantasía.


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alcaide
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