Mucho se ha hablado de la tercera película de Gibson como realizador. Conocido y ferviente católico, Gibson decepciona profundamente con esta adaptación de la vida de Cristo. Problemas políticos aparte, su maniqueísmo es en ocasiones aberrante, Gibson reproduce algunos de los aspectos más discutibles de la historia bíblica. Sinceramente dudo mucho que Poncio Pilatos, un poderoso gobernador romano conocido por la historia por su firme capacidad para castigar, hubiera recibido a Cristo y mucho menos que le hubiera dado un trato tan cordial y preferente a un individuo que al sentir de la época no era más que un charlatán de pueblo.

Pero lo más innecesario, estúpido y deleznable de la película es sin duda la glorificación absurda de la violencia, la tortura, el sufrimiento. Litros y litros de sangre que muestran un gusto sádico por el martirio. Odiosa escena de los latigazos en el cadalso. Como digo, no voy a entrar en si la película es antisemita, pero no creo que una película tan fervientemente ultraconservadora le haga ningún favor al catolicismo ni a la sociedad en general.

Aun así, entre los puntos fuertes de la película destaco que la puesta en escena y la fotografía me parecen muy buenas, así como la idea de reproducir los diálogos en los lenguajes originales de la época. No todo podía ser malo. :D