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Voto de WallaceBallantine:
6
Acción Tang Lung (Bruce Lee) llega a Roma para ayudar a una amiga de la familia, Chen Ching Hua (Nora Miao), amenazada por unos gangsters locales que quieren apropiarse de su restaurante. Poco después de la llegada de Tang, los criminales irrumpen en el restaurante con la intención de obligar a Chen a firmar la venta de su propiedad. Después de que se burlen del estilo de combate de su país natal, un furioso Tang reta a los matones y les ... [+]
22 de julio de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Spoilers en abundancia, advertidos estáis.

Primera película como director del legendario repartidor de hostias. Para qué engañarnos, la película es mala con avaricia, pero es de esas que a pesar de ello, se ven con ganas y te hacen pasar un rato muy entretenido. Me he reído un montón con sus delirantes diálogos, su humor grotesco, sus paupérrimas actuaciones, con las frases lapidarias que de tan lamentables que son se vuelven épicas y del disparate de guión, escrito por el propio Lee; supongo que tras fumarse toda la marihuana de su barrio. Lee va a Roma para ayudar a una tía buena (espectacular Nora Miau, que protagonizó muchas películas con el bueno de Bruce) a la que unos malosos más chungos que un coche por debajo le quieren quitar el restaurante que posee. A partir de aquí los rufianes reciben hondonadas de hostias y son caneados repetidas veces por un Lee entregado a su labor. Por cierto, los malhechores son probablemente unos de los más cutres e irrisorios que recuerde haber visto en una película. Lo más probable es que cogieran a un puñado de tipos que pasaban por la calle y los pusieran a actuar a cambio de un bocata de mortadela. Las peleas cantan un poquillo, pero qué coños, molan. Lee está imperial repartiendo sopapos como si no hubiese mañana mientras pone caras de trastornado y suelta perturbadores grititos. Especialmente entretenida está la pelea en la que el hongkonés coge un par de nunchakus y se dedica a apalear lomos y partir cabezas con gran arte. Pero si por algo destaca esta película es por el grandioso y legendario duelo entre Lee y Chuck Norris en el Coliseo romano, en el que comienza Norris tocándole la cara a Lee para acabar recibiendo una somanta de palos de proporciones colosales. Bruce Lee se convierte así en el único ser del Universo que ha breado a palos a Chuck. Espectacular y antológica secuencia.

En otro orden de cosas, hay que destacar el demencial uso del zoom y del zoom out y de los recursos técnicos en general. Como si todo el equipo técnico, director incluído, le diera al LSD. A pesar de ello, la película mantiene un ritmo más que aceptable; y con todos sus fallos, merece la pena verla y divertirse con esta desquiciada fiesta del guantazo y la patada cojonera.
WallaceBallantine
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