La película presenta una historia interesante, cuenta con muchos planos visualmente atractivos y posee unos diálogos muy logrados. La actuación de los tres protagonistas es muy buena y la dirección es correctísima...

....sin embargo, el film me deja mal sabor de boca. Hay ciertos aspectos que empobrecen el conjunto. Algunos personajes, por ejemplo, están fuera de lugar: el modo de mostrar a la mala-malísima boxeadora alemana es vergonzoso: ex-prostituta, negra, violenta, tramposa... ¡solo falta que sea comunista y masona! Da codazos, agarra del cuello a las rivales, las golpea en el suelo... esa anatemización de un personaje, que acaba reducido a un paradigma del villano, resulta indigna de alguien como Eastwood.

La manera en que se presentan los combates (¡todos!) es pueril y poco creíble (las secuelas de 'Rocky' son más realistas); el modo en que se parte el cuello la protagonista es trágicamente grotesco... Lo mismo sucede con la familia de Maggie, a la que se presenta como el no-va-más de la caspa, la indecencia y la amoralidad (¡van arrebatarle el dinero a la chica, que está postrada en una cama, tras haber ido a un parque de atracciones! ¿De verdad no había una fórmula mejor para presentarlos como unos seres odiosos?).

Opino que se ha trabajado muy poco en todos estos ámbitos (y algún otro) y restan verosimilitud a la historia: hubiera sido mejor quitar algunas escenas, o desarrollarlas algo mejor... pero, presentándolas así, me resultan 'forzadas'.

No creo que la película sea una denuncia del sórdido mundo del pugilismo ni tampoco un alegato a favor de eutanasia o una crítica hacia la desfasada 'defensa de la vida' de la Iglesia católica actual... pienso que, ante todo, ésta es una historia del cariño que surge entre un padre que ha perdido a su hija y una hija que ha perdido a su padre: ambos se necesitan y acaban construyendo una hermosa relación padre-hija. Pero eso no impide que algunos aspectos se hayan tratado de un modo demasiado tosco y precipitado, lo que hace que este film no llegue a ser tan redondo y bien ensamblado como 'Sin Perdón' (por poner un ejemplo).