Una historia sencilla y cotidiana; su primera hora es bastante interesante, con buenas intenciones, pero lo que me decepciona un poco es que por más que intente generar una buena sensación, no transmite nada. Sale por completo del molde Hollywoodense, y posiblemente sea la razón por la que los premios tengan una obsesión con nominarla, pero de ahí a que sea una buena película me parece exagerado.

El filme simplemente es un viaje emocional acerca de la adolescencia, las malas decisiones que se toman a esa edad y todo lo que queremos construir para el resto de nuestras vidas, pero sin profundidad. Mientras la crítica y algunos espectadores amaron a sus personajes, para mí fueron insufribles. Lo único que veo en la historia de amor de la que pregona es nocividad y control. Eso sin tomar en cuenta que la protagonista tiene 25 años y él 15, algo no me cuadra. La secuencia es tan confusa que nunca reconocí si existieron saltos en el tiempo.

En lo personal me esperaba muchísimo más de este trabajo, sobre todo porque tenemos un reparto bastante interesante. Alana Haim y Cooper Hoffman hacen un muy buen trabajo, con debut de oro. Sin embargo, bastante reprochable la llegada de Sean Penn y Tom Waitts a la trama, porque sus escasos 20 minutos en pantalla nunca toman forma. Pasa lo mismo con el personaje de Bradley Cooper, aunque le da un toque más cómico, pero al final, se diluye como lo demás.

Visual y musicalmente es un viaje en el tiempo que nos lleva a los 70s, espectacular. La ambientación te transporta a la Estados Unidos de esa época, eso aunado a la simpatía de los protagonistas es lo más rescatable de 2 horas y 14 minutos de película.

En conclusión, puedo pensar que esta película está dirigida única y exclusivamente para la gente más culta del cine, que entiende los matices más nostálgicos de la época y todo lo que pasa en la mente del directos. En lo demás, me declaro culpable de inexperiencia cinéfila, porque me pareció aburrida y tediosa.

Temo que esta crítica no será bien vista por todos, pero antemano digo: la película menos recomendable de todos los #OscarsNoms es Licorice Pizza. No digo que no la vean, al contrario, tómense su tiempo y vayan a verla para sacar sus propias conclusiones.