Al final siempre acaban haciendo lo que quieren con las sagas de pelea videojueguiles. Está claro que el argumento de Tekken nunca fue nada excesivamente profundo, pero han relegado la verdadera chicha de la saga, es decir, los conflictos de la familia Mishima y el tema del Gen Diablo al obstrascismo. Encima ahora resulta que para clasificarte al Iron Fist tournament con ganar un combate al que puede acceder cualquiera vale, y se deja fuera muchos personajes carismáticos fuera como King o Paul en favor de tíos insulsos como Raven o Miguel.

Las peleas también me decepcionaron ya que, si bien las coreografías son buenas, esperaba ver golpes como los que veía en los videojuegos, y aquí todo el mundo menos Eddie Gordo pelea exactamente igual. Encima ponen la basura de las peleas con armas, y hay algunas caracterizaciones que dan pena (Kazuya WTF).

A pesar de todo esto, la peli no aburre y te acabas pegando la hora y media de peli, pero siempre con la sensación de poder haber hecho algo más productivo con tu tiempo.