Hasta poco más de mitad de película me resultó bastante interesante, con algunos momentos de relleno demasiado lentos para mi gusto, pero aun así con bastante interés en seguir viendo el desenlace. Pasado ese tiempo en el que se disfruta de una buena dirección y unas notables interpretaciones, la cosa va decayendo en casi todos los sentidos, salvando con un sobresaliente alto la actuación de Shohreh Agdasloo durante toda la película, y sobre todo en la parte final. Kingsley empieza a sobreactuar demasiado, Eldard termina por no dar la talla, y el argumento cae en un abismo de tristeza que no resulta nada agradable de ver, además de carente de cierta lógica en un par de escenas bastante importantes.
Soy muy crítico cuando las cosas no cuadran con la lógica, (en este tipo de películas se entiende) y para mí ese es el principal fallo en la parte final de este film. Lo de que sea triste es cuestión de gustos.
Saludoss.