31 de mayo de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se habla se tartamudea, se repiten frases, se va de una idea a otra sin solución de continuidad, se modula la voz, se habla solo... por eso los diálogos de esta película suenan REALES; más allá de lo que se hable (sea de un papel encontrado o el cambio de superior en las oficinas centrales). Más que la repetición de unas palabras escritas en un papel, parece que nos encontremos ante el desarrollo de unas ideas explicadas a los actores dichas con sus propias palabras. Genial Dechent con Eduard Fernández en la azotea.
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?