Debe ser una maravilla para un guionista tener un cheque en blanco de posibilidades dentro del mundo de la fantasía. Quiero decir, cualquier cosa que se te ocurra, realista o surrealista, poder materializarla en el celuloide, y ya no digamos nada del poder de matar y resucitar a los personajes cuantas veces queramos y cambiarlos de signo moral segun lo que las vueltas de la historia requiera.
Como digo, todo un caramelo.
En ello debe estar el éxito de PC3.
Porque, dejando aparte el exagerado metraje, entretener, entretiene; eso ningún crítico honrado puede ponerlo en duda. La ambientación y la puesta en escena, amen de los efectos especiales, todo ello son de antología.
Pero no sé... uno acaba un poco mareado y cansado de tantas vueltas de imaginación... Gracias al enorme carisma de Jack Sparrow la historia sale adelante, pero se echa en falta un verdadero hilo conductor, un espinazo argumental que dé estabilidad a este enorme Titanic de ilusiones infantiles, pues acaba perdiendo toda referencia con lo posible y acaba devorandose a sí mismo en su glotonería de innovar.
De todas formas... ¿no será que todos llevamos un pirata dentro, latente, frustrado, o deseado inconscientemente? ¿No estará ahí el éxito de esta "atraction park"? ¡¡Pues bienvenidas sean cuantas otras vueltas en su `crazy wagon´ quieran darnos!!