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Voto de David Mudarra:
7
Drama Secuela de la popular cinta de 1987 "Wall Street", ambientada 20 años después. Una vez puesto en libertad, después de cumplir una prolongada condena en prisión, el implacable tiburón de las finanzas Gordon Gekko (Michael Douglas) se siente desorientado dentro del mundo que en tiempos dominó. Buscando rehacer sus arruinadas relaciones con su hija, Gekko conoce por casualidad a Jakob (Shia LaBeouf), su prometido. Juntos proyectan apoyarse ... [+]
21 de mayo de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si tuviera que hacer una lista con todos aquellos directores que desteto puedo asegurar que Oliver Stone no solo estaría en ella sino que además ocuparía un lugar privilegiado. De todos modos reconozco que guardo un buen recuerdo de su Wall Street de 1987, quizás porque no la he vuelto a ver (para que estropearlo...). ahora Stone se pone por primera vez, para él, el delantal de las secuelas usando en este caso como subtítulo una de las coletillas que más sonaron en aquella primera entrega “El dinero nunca duerme”.
Rescates financieros, energías alternativas, caída de la bolsa, burbuja inmobiliaria... todos estos términos tan actuales y más son los que maneja el realizador maneja en esta historia.
El cambio sustancial de este filme reside que se centra en cuestiones de drama moral y lazos familiares, mientras que la anterior parte esta más preocupada por una cuestión más primitiva como el poder, el honor o la lealtad. Oliver Stone vuelve a retratar los Estados Unidos desde el asiento de los poderosos. Guiños, homenajes, discursos... Todo para darse cuenta de que lo único que aún sigue en pié de la primera entrega de Wall Street es lo bien que le sientan a Michael Douglas este tipo de papeles.
La peli comienza con un Gordon Gekko, el tiburón de las finanzas, caído en desgracia abandonando la prisión después de haber cumplido su condena y comprobando consternado como nadie ha ido a recibirlo al otro lado de las rejas. Ni siquiera su propia hija, que esta a punto de casarse con un prometedor broker financiero, que no quiere ni oír hablar de su padre. Su novio, Jake More, sufre el suicidio de su mentor debido a las grandes presiones por la inminente quiebra de su consorcio por culpa de un rumor por eso quiere vengarse de los especuladores. Por ello no dudará en ponerse en contacto con su suegro, al cual, el tiempo trascurrido en prisión no le ha quitado un ápice de carisma y encanto, y poco a poco irá aleccionando al joven en el arte de sobrevivir en la selva de Wall Street. El chico entrará en el mundo de las finanzas arrollando, logrando rápidamente hacerse un nombre en el sector y captando la atención de las altas esferas.
Michael Douglas vuelve a la piel del personaje que le valió el Oscar al mejor actor hace más de veinte años y demuestra que el rol del tiburón financiero Gordon Gekko le sienta como un guante a pesar del cáncer de garganta. Le acompañan también las jóvenes estrellas Shia LaBeouef (protagonista de la saga “Transformers” de Michael Bay y además hijo de Indiana Jones en la última aventura del famoso arqueólogo) este es un chaval con talento que en este filme podemos decir que es mini Gekko. Carey Mulligan (la gran revelación de “An educatión). Mulligan, es una debilidad como siempre con las emociones a flor de piel y es imposible no conmoverse con ella. En papeles secundarios encontramos a veteranos como Susan Sarandon, Frank Langella y Eli Wallach, que le dan aún más lustre a un elenco completado por Josh Brolin (un gran actor que afortunadamente lo están aprovechando muy bien) y sendos cameos del propio Stone y Charlie Sheen (protagonista de la primera parte), estos como autohomenajes del filme.
A veces, durante las operaciones económicas, y sobre todo si uno es profano en estos temas, puede ser algo confuso saber que es exactamente lo que se esta haciendo pero en general, la peli se entiende perfectamente y a pesar de ser un tema complejo, el resultado es no una peli redonda pero si un entretenido thriller y de rabiosa actualidad en una selva de cemento en la que cada jugador puede sacarse un as de la manga.
El aspecto visual perpetrado por Stone es muy potente, especialmente el retrato de los rascacielos de New York. Tiene un final interesante conceptualmente aunque la forma de plasmarlo resulta algo torpe y forzada. Y salvo una ligera caída del ritmo hacia mitad de la peli y algunas escenas con poca intensidad dramática, se mantiene el interés durante prácticamente todo el metraje. Además posee una buena banda sonora de Craig Armstrong con canciones de David Byrne.
David Mudarra
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