Años 70. Un John Wayne talludito buscaba reinventarse o, al menos, ampliar horizontes, ya que los westerns cada vez se llevaban menos y los filmes bélicos, con la guerra del Vietnam como que causaban rechazo. Así que los policiacos con tíos duros eran la solución. Ya le habían ofrecido el papel de "Harry el sucio" -eso dicen- así que probó fortuna con dos filmes: "McQ" y "Brannigan". Wayne se adelantó a su tiempo, ya que ahora es habitual ver a actores talluditos encabezando repartos de filmes de esta guisa, como Denzel Washington, Liam Neeson y alguno más. Y una curiosidad más; parece que el filme estaba pensado inicialmente para Steve McQueen - de ahí lo de McQ- pero lo reescribieron para Wayne.

Su policia McQ es un Harry Callahan mal entendido. Donde Harry empleaba la violencia cuando la necesitaba, de manera justificada, y con bastante sorna, McQ es un abusón que se parapeta tras su placa. McQ da puntapiés a detenidos, palizas a posibles sospechosos con total impunidad, presiona aquí y allá. Cuando Callahan acosa a Scorpio en "Harry el sucio" se limita a seguirlo, sin interaccionar con él. Lo dicho, los guionistas entendieron mal lo que era un poli duro, y nos ofrecieron un matón, carne para Asuntos Internos. No recuerdo que Harry ligase en sus filmes, aquí Wayne liga, a su pesar, y son unas escenas tan forzadas que dan auténtica grima, sin ápice de química entre ellos.

La trama está bien. Quizás pueda ser predecible si te fijas mucho, sobretodo con el inicio del filme. Pero está bien llevada. Sturges, al igual que Siegel, sabe dirigir cualquier filme de acción, y este policíaco le queda bien, con ritmo. Su escena de inicio así como la resolución final son brillantes. Y la música de Elmer Bernstein ayuda mucho, con ese inició tan cool.

Y luego está el tema "armamento". Parece que el filme se lo haya pagado la empresa que fabricaba el subfusil Ingram MAC-10, conocido por Marietta. De hecho, se declaró en bancarrota en 1975. Su utilización del filme parece un publirreportaje. Incluso aparece en el cartel de la película, integrada en el título. Algo así como con la Magnum de Harry el sucio. Vuelven las similitudes.

Un filme interesante, un policíaco setentero, con todo lo que implica. Quizás Wayne esté fuera de su medio- los westerns- pero se defiende lo mejor que puede. Y sigue cabalgando solo, aunque sea en deportivo molón.